Vender una empresa no cotizada de tamaño pequeño o mediano (PYMEs de facturación entre 1 y 100 millones de euros) es una tarea que el empresario suele hacer sólo una vez en la vida y, debido a lo heterogéneo del producto en cuestión, la tarea suele complicarse. De hecho, sólo un pequeño porcentaje de estas empresas llegan finalmente a venderse