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El Balance de Criminalidad afirma que cada día se okupan 45 viviendas y otras 200 son víctimas de un robo. Las denuncias por okupaciones de viviendas aumentaron en 2024 un 7,4% en el territorio nacional, alcanzando un total de 16.426 casos y los robos con fuerza en domicilios españoles se situaron en 81.040 delitos. Durante julio y agosto, tanto las okupaciones como los siniestros por robo se incrementan un 4,5% respecto de la media mensual del año.

Con la llegada del verano y el aumento de los desplazamientos por vacaciones, la seguridad en el hogar vuelve a situarse en el centro de las preocupaciones de los propietarios españoles, según datos recogidos en el último estudio de seguridad elaborado por Point Fort Fichet, marca francesa especializada en puertas y cerraduras de alta seguridad.

Lejos de ser una inquietud exagerada, lo cierto es que se apoya en cifras preocupantes: solo en el primer trimestre de 2025 se produjeron 26.279 robos en domicilios, lo que equivale a casi 300 viviendas asaltadas al día, o 12 cada hora.

A esta situación se suma el creciente temor a la okupación ilegal, un fenómeno que continúa al alza y que en 2024 afectó a más de 15.000 viviendas en España, con un repunte del 7% en lo que va de año. Cataluña lidera este preocupante ranking, concentrando el 40% de los casos registrados a nivel nacional.

Poner el foco en el acceso, clave para la prevención

Los expertos en seguridad residencial insisten en un dato clave y es que más del 80% de los robos y okupaciones se realizan a través de la puerta principal.

Por tanto, contar con una puerta de acceso de alta resistencia y con certificaciones de seguridad no es solo recomendable, sino esencial. "Un intruso no dedica más de 9 segundos a intentar abrir una puerta. Si no lo consigue en ese tiempo, abandona", advierten desde Point Fort Fichet.

Con el objetivo de concienciar sobre esta realidad y poner a prueba las medidas de protección habituales, el pasado mes de abril esta filial francesa de Assa Abloy —junto a Mossos d’Esquadra, Bomberos y Guardia Urbana— organizó una simulación de ataque de apertura sobre distintos tipos de puertas.

Durante la demostración, se probaron las técnicas comunes empleadas por delincuentes y se comparó la resistencia de una puerta estándar, como la que se encuentra en la mayoría de los hogares, con una puerta acorazada de seguridad avanzada.

Los resultados fueron contundentes: mientras las puertas convencionales cedieron fácilmente a los intentos de entrada, los modelos de alta seguridad ofrecieron una resistencia sostenida, manteniendo intacta la integridad del acceso.

"Este tipo de ensayos no solo evidencian los riesgos reales a los que están expuestas las viviendas, especialmente en periodos vacacionales, sino que ponen en relieve la necesidad de una mayor seguridad pasiva", concluyen desde Point Fort Fichet.