La falta repentina de luz artificial no solo interrumpe 'nuestras rutinas' diarias, sino que también incrementa la sensación de inseguridad. Este fenómeno puede evocar recuerdos de situaciones pasadas que generan ansiedad. Además, la hiperconectividad actual hace que la ausencia de electricidad 'nos aísle de internet' y otros medios de comunicación, intensificando la inquietud. Desde SEDIF LEGAL actuamos legalmente ante las compañías eléctricas
La incertidumbre sobre la causa que ha ocasionado la interrupción del suministro eléctrico puede agravar estos sentimientos, creando un ciclo de ansiedad que afecta nuestro bienestar emocional y mental. Es fundamental reconocer estos impactos para gestionar mejor nuestras reacciones ante tales situaciones.
Así lo afirma el Instituto del Sueño, quien ha realizado un estudio de la crisis que afectó a toda España el pasado 28 de abril de 2025 sobre el impacto en la Salud y el bienestar familiar. La interrupción del suministro eléctrico por una compañía eléctrica tiene efectos similares, creando una situación de estrés y ansiedad que en ocasiones necesita asistencia sanitaria y medicamentos.
"Si la vivienda se queda sin electricidad, puede generar estrés y ataques de ansiedad, hay personas que les falta aire, no hallan la salida ni física ni mentalmente; otras intentan desesperadamente soluciones que en ocasiones son improcedentes. En definitiva, la rutina se desequilibra y esto conduce a un silencio absoluto, la falta de ventilación eléctrica y la interrupción de rutinas diarias, como leer o escuchar música, pueden aumentar los niveles de cortisol en el cuerpo.
Este incremento de la hormona del estrés interfiere con el inicio y mantenimiento del sueño, afectando la calidad del descanso. Es fundamental crear un ambiente propicio para dormir, que incluya sonidos suaves y una buena ventilación, para reducir el estrés y mejorar la salud del sueño.
Las compañías eléctricas cortan el suministro eléctrico a más de 100.000 Consumidores y Usuarios de luz cada año, en su mayoría sin causa ni motivo justificado ni acreditado. La mayoría de los casos están relacionados con ‘presuntas’ manipulaciones del contador de electricidad, doble acometida, puente en el cableado, etc. por lo que las compañías eléctricas acusan a su cliente de cometer un ‘Delito’ de Fraude Eléctrico. La ansiedad está servida en bandeja.
Sin embargo, después de un detallado estudio de todo el documental relacionado con la inspección, se comprueba y demuestra que el procedimiento utilizado es improcedente y negligente, no hay evidencia alguna de quién ha realizado la inspección, no se utiliza el protocolo regulado por la Normativa Vigente y finalmente, en la gran mayoría de los casos, las compañías eléctricas se ven obligadas a retroceder en sus pretensiones, pues el objetivo principal de este abusivo comportamiento es que el Cliente termine abonando una refacturación eléctrica (en España se ha puesto de moda llamarlo "multa eléctrica" cuando no es una sanción) que en la mayoría de los casos supera los 3.000 euros.
"Desde SEDIF LEGAL tratamos este tipo de situaciones, ofreciendo un estudio detallado de cada caso de forma gratuita. Con una experiencia en el sector energético de una década, en Sedif Legal un equipo jurídico y técnico ofrece soluciones mediante Demandas ante los Juzgados y también Denuncias ante las Consejerías de Energía". Más información en www.sediflegal.com.