Según el Comité de Huelga, en este periodo de tiempo 400.000 juicios y vistas han sido suspendidos y hay alrededor de 480.000 demandas pendientes de ser gestionadas en los juzgados.
A pesar de que es un derecho constitucional recogido en el artículo 28.2 de nuestra Constitución (el derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa de sus intereses), esta “herramienta de presión” utilizada por los letrados de la Administración no solo ha llevado a la propia institución de la que forman parte a que se produzca una inestabilidad en su funcionamiento, sino que además, la acción ha servido de precedente para otros operadores jurídicos de la Administración de Justicia. Por ahora, han sido los funcionarios de Justicia los que, siguiendo el ejemplo de los LAJs, han convocado una huelga general prevista el 17 de abril para exigir una subida salarial digna.
Este “efecto llamada” generado por la inestabilidad que existe en la Administración y la falta de acuerdos entre el Ministerio de Justicia y sus empleados pone de relieve una preocupante situación futura: la paralización de más juicios, vistas y demandas, o lo que es lo mismo, que se acumule más trabajo y las necesidades y servicios legales de los ciudadanos españoles se vean aún más mermadas.
Lo anterior, que tiene que ver con las fallas del factor humano en la gestión pública de la Justicia, conduce inexcusablemente a la búsqueda de alternativas y soluciones que tienen que ver con la implementación tecnológica aplicada al sector jurídico-legal.
Alejandro Pintó: “La irrupción de tecnologías como ChatGPT nos dice que los robots serán compañeros de viaje en el desempeño de la profesión”
Alejandro Pintó Sala, presidente de Economist & Jurist Group e ITTI High Tech Institute, se licenció en Derecho en la Universidad de Barcelona y se ha dedicado durante más de 25 años al mundo de la Abogacía, contribuyendo a su fomento y desarrollo en todos los ámbitos del derecho, desde la docencia, la información o las soluciones digitales aplicadas al Derecho.
La transformación digital no solo ha modificado el sistema económico y la manera de comunicarse de la sociedad, sino que también ha producido un cambio en la estructura y el funcionamiento de la mayoría de los sectores, entre ellos, el sector legal. En los últimos años y con el desarrollo de la inteligencia artificial, han sido muchos los letrados que en alguna ocasión han manifestado el temor por la incertidumbre que les genera la idea de que su figura pueda ser suplantada por la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías en un futuro cercano. Ante esto, “los abogados deberían estar tranquilos, y más que experimentar desasosiego, esta realidad nos obliga a ser proactivos y buscar aprendizaje sobre nuevas tecnologías e inteligencia artificial. La irrupción de tecnologías como ChatGPT nos dice que los robots serán compañeros de viaje en el desempeño de la profesión y que, por lo tanto, debemos entender su funcionamiento, formarnos acerca de qué posibilidades ofrecen, pues estas tecnologías pueden incluso ayudarnos a preparar nuestros escritos ante los juzgados”.
Pero más allá de los temores infundados, la tecnología es una herramienta clave en el proceso de evolución de este sector. Como experto en el sector de la abogacía y el desarrollo tecnológico, Alejandro Pintó Sala advierte a los profesionales de la abogacía: “Este es un momento de evidente cambio y serán los letrados más avezados en tecnología, aquéllos capaces de readaptar su metodología de trabajo al nuevo escenario, los que consigan cosechar el éxito en el futuro inmediato”.
De igual modo, Alejandro Pintó alerta del problema del posible colapso en la Administración de Justicia y las posibles consecuencias en el día a día de la profesión jurídica: “Hitos como la huelga de los LAJs o la disfuncionalidad de herramientas como LExNET nos hacen ver que el abogado del mañana será el propio programador de sus herramientas de gestión, capaces de superar los obstáculos que nos plantea el colapso de la gestión humana”.
“Las nuevas tecnologías marcarán el futuro próximo en el sector jurídico legal”
Ante situaciones como las vividas recientemente en España y que han producido prácticamente el colapso del sistema administrativo judicial del país, los profesionales de este sector encontraran las nuevas tecnologías como aliados en su ejercicio según la opinión de Alejandro Pintó Sala. El apoyo que brindan los nuevos sistemas digitales a los especialistas legales permitirá que la inteligencia artificial se adapta al sector legal, LegalTech, para aumentar la productividad de la profesión y poder resolver los contratiempos y colapsos del sistema, como los actuales.
Estos nuevos sistemas digitales no solo ayudarán a que la profesión jurídica evolucione y se adapte a las nuevos retos y demandas en el sector, sino que además, servirá para que los propios profesionales busquen satisfacer la demanda de una formación tecnológica que cuenta por desgracia con ofertantes de formación tecnológica solventes. “En un futuro no muy lejano la actividad jurídica estará mucho más especializada con nuevos profesionales con habilidades en el terreno digital que se servirán de la programación automatizada para desarrollar su actividad de manera más sencilla y productiva”, señala nuestro experto.
“Todo ello logrando que los letrados abandonen tareas que tienen un menor valor añadido para poder centrar todos sus recursos, o al menos gran parte de ellos, en otras actividades de mayor importancia y prioridad, sin que en el proceso se pierda la confidencialidad y seguridad de la información ni calidad de la tarea”, comenta Pintó, para quien “la tecnología no es una cuestión del futuro, sino que forma parte del presente. Es hora de que el sector abogue por una decidida renovación que pasa, inexcusablemente, por el desarrollo de nuevas tecnologías”.