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El empresario German Rosete López de Llergo nos comenta su visión sobre el uso de la tecnología en la próxima Copa del Mundo

Los fuera de juego son muy controvertidos, y a veces provocan la anulación de goles y la ira de jugadores y entrenadores. Mientras tanto, el árbitro de línea se mantiene erguido con su bandera en el aire, inamovible en su confianza en la decisión.

Es una escena familiar que puede añadir algo de dramatismo a un partido largo, pero un mal fuera de juego acaba perjudicando a los jugadores, los entrenadores, los aficionados y la integridad del juego.

"Poner en manos automatizadas situaciones tan pasionales como errores arbitrales en una copa del mundo, la FIFA está siendo muy innovadora", recalca el experto en tecnología German Rosete.

Por ello, la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) ha anunciado una nueva tecnología destinada a ayudar a los árbitros a realizar los avisos de fuera de juego. El sistema ya ha sido probado en la Copa Árabe 2021 y en el Mundial de Clubes 2021, y ahora está listo para el Mundial.

Mediante un conjunto de cámaras e inteligencia artificial, la tecnología determinará, si un jugador está en fuera de juego. En primer lugar, 12 cámaras montadas bajo el techo del estadio rastrearán la ubicación de cada jugador durante el partido mediante la captura de 29 puntos de datos sobre la posición del cuerpo, 50 veces por segundo. Mientras tanto, un sensor situado en el interior del balón oficial de la Copa del Mundo seguirá la posición del balón.

Revisa continuamente los datos, buscando los casos en los que un jugador está en fuera de juego, definido en términos generales como cuando está más cerca de la portería que el penúltimo defensor en el momento en que se juega el balón. Si esto ocurre, se genera una alerta. A continuación, un equipo de árbitros -léase: humanos- en una sala de vídeo revisa la decisión y la notifica al oficial de campo.

"Se llama semiautomatizado porque la decisión final la sigue tomando un árbitro", dice Pierluigi Collina, Presidente de la Comisión de Arbitraje de la FIFA. "El objetivo es preparar al árbitro para que no tenga que utilizar la tecnología y por eso se han implementado un sistema que realmente puede reducir la posibilidad de que un error humano pueda afectar al resultado del partido".

Los aficionados, tanto en casa como en el estadio, deberían esperar ver una animación de la llamada, que el sistema generará automáticamente utilizando los datos recogidos. Lo que no deben esperar los aficionados son los dramáticos retrasos, que restan fluidez al juego. El sistema se ha diseñado pensando en la rapidez, lo que permite a los oficiales revisar rápidamente la alerta y comunicar una decisión final al árbitro de campo y a los jugadores.

"Es inevitable que los deportes empiecen a apoyarse en la tecnología para evitar el error humano y enfocarse más en la competitividad, pero como cualquier innovación, se vende con un precio", finalizó German Rosete Lopez de Llergo.