El director de Relaciones Institucionales del Real Madrid, Emilio Butragueño, resume en una frase lo que mueve a esta institución como equipo de fútbol y como una de las entidades sociales más representativas y reconocidas en todo el mundo: "El Real Madrid nunca se entrega", afirma
El director de Relaciones Institucionales del Real Madrid, Emilio Butragueño, resume en una frase lo que mueve a esta institución como equipo de fútbol y como una de las entidades sociales más representativas y reconocidas en todo el mundo: “El Real Madrid nunca se entrega”, afirma.
En una entrevista concedida a ‘Territorio Líder’, el programa divulgativo que dirige y presenta el periodista Graciano Palomo y que produce UDIMA Media, la unidad audiovisual de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, Butragueño incide en la idea de que, aún vengan mal dadas, “el Real Madrid nunca se entrega e intenta dar siempre el cien por cien”.
Podría servir para cualquier equipo de fútbol, o de otro deporte, pero esta es una máxima que Emilio Butragueño reconoce en el que ha sido el equipo de su vida y que las estadísticas parecen confirmar. Las remontadas del Real Madrid se han convertido ya en una característica tan propia como aquella ‘furia roja’ con la que se conocía a la selección española de finales del siglo XX.
Para Butragueño, el Real Madrid se define en tres valores esenciales: “el respeto al compañero, al entrenador, al rival, al árbitro, al público, a los periodistas y al fútbol, porque eso va a crear una cultura diaria de trabajo y compromiso. El trabajo en equipo, pues el fútbol es un deporte de equipo y siempre el equipo y el club están por encima y los jugadores están para servir al equipo, y el tercer valor es el afán de superación. El Real Madrid nunca se entrega, intentamos dar siempre el cien por cien”.
El responsable de las relaciones institucionales del equipo que acaba de ganar la liga española esta temporada destaca otro parámetro que, en su opinión, describe a la institución. Asegura que “aspira siempre a ser mejores, porque ganó una copa de Europa y ya está pensando al día siguiente cómo va ganar la siguiente: la complacencia no forma parte del club”, sentencia.
Así, Emilio Butragueño detalla que el Real Madrid compite para ganar, obviamente, pero que cuando lo hace, aunque “se puede entender que es obligación y que hay que disfrutarlo, al mismo tiempo es el punto de partida para el siguiente desafío”.
Porque “el pasado no es un sofá en el que reclinarse, sino un trampolín, y a partir de ahí seguir creciendo. Si uno quiere ser cada vez mejor implica, obviamente, cierto sufrimiento. Santiago Bernabéu y Alfredo Di Stéfano así lo enseñaron”, rubrica.
En este contexto, otro objetivo es ser siempre “muy respetuoso, como ser más fuertes y satisfacer mejor las expectativas de los aficionados. Esa es parte de su fortaleza”, señala, como la de que “estar siempre unido” y asumir que lo que pase fuera “está fuera del control”, pero desde el convencimiento de que “hay que dar siempre el cien por cien y ser fieles a los valores”.
Jugar, pero también estudiar Preguntado por si estudiar es compatible con ser futbolista, una profesión que absorbe la práctica totalidad de horas a la semana, Emilio Butragueño, que se licenció en Ciencias Empresariales, afirma que “es imprescindible”.
“La formación es imprescindible para la sociedad. De hecho”, detalla, “el Club intenta inculcar a la cantera que estudie; es una obligación, porque también es verdad que al final los jugadores son referentes en la sociedad y las siguientes generaciones”. “El deportista, en general, tiene un gran corazón, es solidarios, persona noble y, en la medida en que más formación tenga, muchísimo mejor para todos”, sentencia.