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Del 15 al 17 de septiembre se celebró en la ciudad de Murcia el XI Congreso de la Fundación DOCOMOMO Ibérico, bajo el título "Arquitectura y Medio: El Mediterráneo", organizado conjuntamente por la Fundación y el Colegio de Arquitectos de Murcia. En representación del COACM, patrono de la Fundación, estuvieron presentes su decana, Elena Guijarro, y con José Antonio Herce, presidente de la Demarcación de Guadalajara, quien además participó como ponente

DOCOMOMO son las siglas de Documentación y Conservación de la arquitectura y el urbanismo del Movimiento Moderno y que corresponden con una organización internacional creada en 1990 con el objetivo de inventariar, divulgar y proteger el patrimonio arquitectónico moderno.

La Fundación DOCOMOMO Ibérico, nació en 1993, y son patronos de la misma algunas escuelas de arquitectura, diferentes fundaciones y organismos relacionados con el patrimonio y la arquitectura, y gran cantidad de colegios de arquitectos, entre los que se encuentra el de Castilla – La Mancha.

DOCOMOMO Ibérico ha llevado a cabo numerosas iniciativas de documentación y estudio del patrimonio moderno en España y Portugal, que se han convertido en publicaciones, exposiciones y campañas de protección de edificios, entre otras acciones. José Antonio Herce, presidente de la demarcación de Guadalajara del COACM, forma parte de la comisión técnica de la Fundación, que se encarga de realizar estudios e investigaciones.

Cada dos años, la Fundación DOCOMOMO Ibérico celebra un congreso dedicado a una temática concreta. En esta ocasión, después de varias modificaciones de fecha debido a la pandemia, por fin se ha celebrado, de manera presencial, ofreciendo a los más de setenta asistentes cuatro magníficas ponencias y diferentes actividades, como exposiciones y visitas guiadas.

Las ponencias giraron en torno al tema elegido para la ocasión, “Arquitectura y medio: El Mediterráneo”, en las que se habló principalmente sobre la influencia mediterránea sobre el movimiento moderno, y sobre las construcciones destinadas tanto al turismo y al descanso como al uso residencial, realizadas entre 1925 y 1975.

“Las ponencias han sido realmente interesantes. En ellas se nos ha mostrado de manera pormenorizada, estudios realizados sobre las construcciones ibicencas de la época que marcaron una clara tendencia, destacando además la presencia de personajes curiosos, arquitectos, artistas y escultores que fueron los pioneros en este tipo de arquitectura”, afirma Elena Guijarro, decana del COACM, que junto a José Antonio Herce, representaron en el congreso al Colegio regional.

El presidente de la demarcación de Guadalajara, lo hizo además como ponente. En su disertación, Herce habló sobre el Mar de Castilla, encajando su discurso en la relación existente entre los pantanos de Guadalajara y el Mediterráneo, mediante un nexo común: el agua del Tajo. Estos embalses fueron, en la década de los 60, objeto de urbanización y construcción de edificaciones dirigidas al turismo, especialmente, destinadas a los amantes de los deportes náuticos, y de viviendas de recreo, con vistas a los pantanos.

“Por su situación, a unos cien kilómetros de Madrid, los embalses de Entrepeñas y Buendía, pasaron de suministrar energía eléctrica a convertirse en uno de los destinos turísticos de la clase media madrileña, declarándose en este entorno, conocido como el Mar de Castilla, dos Centros de Interés Turístico Nacional”, explicaba el presidente de la demarcación de Guadalajara.

Del conjunto de urbanizaciones que surgieron alrededor de estos embalses, la ponencia de Herce analizó tres de ellas. La Urbanización Las Brisas comenzó a construirse en 1961 y cuenta con 34 hectáreas consolidadas y club náutico que entró en servicio en 1963, destacando algunos prototipos de viviendas proyectadas en ella. La Urbanización Las Anclas fue declarada Centro de Interés Turístico Nacional. Fue una creación de Ángel Centenera Baños quien desarrolló un plan parcial de más de 60 hectáreas sobre el que Herce analizó el proyecto del hotel. Por último, el ponente analizó los primeros prototipos de edificaciones de la Urbanización Calas Verdes, desarrollada por el Estudio Lamela en 1965.

El Congreso resultó un gran éxito, tanto desde el punto de vista de la participación, permitiendo de nuevo el contacto personal después de un duro año de pandemia, como en cuanto a la calidad e interés profesional de las ponencias. El colegiado ciudadrealeño Teodoro Sánchez-Migallón, también estuvo presente en representación del COACM en el congreso, encargándose de redactar un resumen de las ponencias, al que se puede acceder desde este enlace.