La reputación corporativa es uno de los factores clave para la supervivencia empresarial, y debe trabajarse desde diferentes áreas, más allá de la calidad de los productos o servicios que una empresa ofrece. De hecho, los proveedores que suministran materias primas o componentes relacionados con la fabricación del producto son susceptibles de reforzar esta reputación, o por el contrario provocar una crisis en la compañía. Y es que las empresas españolas acumulan un listado de proveedores en sus sistemas muy amplio. Una PYME suele tener una media de entre 500 y 2.500 proveedores en sus sistemas, aunque con actividad comercial real la cifra suele estar en torno a los 200 y los 1.500, y una gran entidad puede superar los 5.000, teniendo una actividad comercial real con hasta 3.500 suministradores, tal y como apuntan los datos de Fullstep, compañía especializada en la digitalización end-to-end del proceso de compras, aprovisionamiento y cadena de suministro.
Tener un control de los proveedores y de la cadena de suministro, es clave para evitar riesgos, a la hora de adquirir materias primas o productos en países en vías desarrollo, como ocurre en la industria textil, alimentaria o del automóvil. Y es que la realización de trabajos por parte de menores todavía hoy afecta a más de 10 millones diarios de niños en el mundo. Fullstep recuerda que para una PYME el riesgo es muy bajo o nulo, pero para las grandes multinacionales, el riesgo relacionado con la explotación laboral de niños y niñas está en torno al 2% y al 5%.
La mayoría de las empresas no están concienciadas de la relevancia que tiene el control de los suministros en su imagen reputacional, de hecho, la mayor parte de las empresas no disponen de un programa para el control de riesgos del proveedor, ni un comité de riesgos. Realizar evaluaciones y homologaciones de manera sistemática, abarcando a todos los proveedores, con los que se tenga o no una actividad comercial real, pero siempre que estén en los sistemas de la empresa, es fundamental para evitar riesgos.
"Las empresas en su conjunto están avanzando en la implantación de mejoras en el ámbito de ESG (Enviromental, Safety, Governance). Es necesario realizar un análisis de las categorías desde varios ejes: proveedor, categoría, riesgo, así como identificar la posibilidad de ocurrencia, las acciones preventivas y llegado el caso las mitigadoras. Esto hoy requiere el uso de sistemas informáticos conectados en tiempo real con distintas fuentes de información", explica Rosario Piazza, CEO de Fullstep.
Modelo de gestión de riesgos con proveedores
Desde Fullstep, explican cómo evitar problemas de imagen de marca en relación con la cartera de proveedores mediante el diseño de un modelo de gestión de riesgos:
- Es importante diseñar un mapa de riesgos que permita identificar las prioridades en cada caso.
- Crear un rating de proveedores, es decir un panel que aporte visibilidad real sobre la situación actual de la cartera.
- Por último, debe diseñarse un mapa de actuaciones frente a los posibles riesgos.