Si el año pasado la temporada de piscinas llegó cargada de incertidumbre, este 2021 la situación no parece mejorar. Y no por la necesaria implementación de medidas sanitarias y de protección, sino por la falta de profesionales socorristas acreditados necesarios para cubrir todas las piscinas que ocupan actualmente el suelo de la Comunidad de Madrid, más de 12.000 de ellas de comunidades de propietarios y urbanizaciones.
¿Por qué? Por la demora en el trámite de inscripción en el Registro Profesional de Socorristas de la CAM, que depende del área de Acreditación de Profesionales, Dirección General de Investigación, Docencia y Documentación de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
Los socorristas formados en empresas y entes privados de la CAM, que superan con éxito su formación, deben esperar a ser inscritos por la unidad de acreditación profesional. Pero este trámite, que depende de dicha Consejería, se demora actualmente hasta 3 meses; por lo que solo cuentan con el justificante de la solicitud de dicho registro, lo que no es suficiente ni válido, según la propia Consejería, para trabajar.
Esta falta de agilidad en los trámites de inscripción por parte de la Consejería no hace sino poner en riesgo la apertura de cientos de piscinas en la Comunidad de Madrid, pues esas fechas de tramitación imposibilitan el cumplimiento del requisito necesario para que un socorrista pueda desarrollar sus competencias: el certificado de inscripción en el registro profesional de socorristas de la comunidad de Madrid.
Es decir, que los socorristas -por ejemplo- que se hayan formado desde el pasado mes de abril no podrán trabajar la próxima temporada de verano.
“Supone un riesgo añadido para las comunidades de propietarios, muchas de ellas contarán con socorristas sin su certificado de inscripción vigente, lo que compromete la responsabilidad civil subsidiaria de las propiedades”, indica Raúl Viyuela, presidente de la EMPIA. A esto, se añade la falta de profesionales extranjeros. “La pasada semana muchos socorristas y escuelas de formación se manifestaron en la puerta del Consulado de España en Perú para intentar solucionar las incidencias ocasionadas en relación a sus visados, pero ha sido imposible adelantar las citas para gestionar dicha documentación y que puedan venir a España a tiempo para cubrir las plazas necesarias”, añade.
Y es que el grupo de socorristas extranjeros en su totalidad supone el 30% del total de socorristas que cada año prestan servicio en la CAM.
Desde EMPIA quieren mostrar la preocupación actual del sector, y es que, en caso de no poder cubrir los puestos de trabajo que ya había asignado la Comunidad de Madrid para los socorristas inscritos en el registro y el cupo de socorristas extranjeros, muchas empresas se verán obligadas a disponer de personal no acreditado, si quieren abrir, o directamente derivar en el cierre de las instalaciones.