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Marco Arévalo concede una entrevista a Talio para conocer su visión profesional sobre el futuro de la innovación en el área de robotic process automation (RPA)

Su trayectoria Desde la línea de Soluciones de Talio, Marco Arévalo coordina las actividades de innovación y participa en el desarrollo de negocio de la organización. Su día a día se mueve desde la preparación de ofertas para la administración pública hasta el desarrollo de la agenda de innovación, pasando por las actividades de preventa, acompañamiento comercial, consultoría de estrategia IT, dinamización e involucración de equipos…

Profesional del sector IT “por vocación”, su trayectoria profesional estaba decidida con tan solo 13 años, momento en que compaginaba su formación trabajando a tiempo parcial en microempresas de distintos sectores desarrollando programas “y haciendo un poco de todo”. El camino estaba claro así que optó por estudiar la carrera de Informática en la Universidad de Deusto, graduándose en 1994.

El 2 de mayo 1995, empezó a trabajar en Kalamazoo, entonces una PYME vasca focalizada en la venta por catálogo de material de oficina e informática, y hoy miembro de la multinacional francesa RAJA Group. Allí tuvo ocasión de profundizar en los sistemas de gestión, la logística, la fabricación… Recuerda como principales hitos la actualización del ERP al año 2000 —“entonces la informática se regía por fechas de 6 dígitos; necesitábamos gestionar múltiples divisas; Internet empezaba a perfilarse como el nuevo canal…”, y la incorporación progresiva de la informática de productividad personal “en un entorno donde primaba el terminal y el sistema operativo de servidor. La verdad es que funcionaba realmente bien, con procesos muy eficientes. Aprendí mucho allí.”

Con 27 años fichó por Estratel – Estrategias Telefónicas, hoy Atento Telecomunicaciones, una multinacional que opera servicios de atención a clientes para las principales empresas en sectores como telcos, finanzas, salud, administraciones públicas…, entre otras. Su etapa en la plataforma de Atento de Bilbao duró 7 años, donde ejerció como Coordinador técnico: “todo lo que sé de gestión de clientes, de procesos de atención y de sistemas de telecomunicaciones, se lo debo a esta compañía.”

Con 34 años se decantó por ampliar sus conocimientos hacia una perspectiva más empresarial. Así, se enroló en el Master en MBA de la Facultad de CC.EE. y EE. De Sarriko (UPV-EHU). Esta experiencia fue la desencadenante de su incorporación en el ámbito de la Consultoría IT de la mano de Entel-ibai – hoy Entelgy – . “En Entel-ibai encontré el puente hacia las licitaciones públicas. Tuve la fortuna de encontrar personas maravillosas que me apoyaron para desarrollar el perfil de consultoría – tecnológica y de estrategia –, que me facilitaron la relación con los principales actores públicos y privados del sector IT vasco. Me alejaba progresivamente de la vertiente técnica, pero me introducía cada vez más en la componente organizativa y comercial. Fue un período muy intenso. Inolvidable.”

La experiencia en Entel-ibai le llevó hasta Versia, organización donde desarrolló diversos trabajos en varias de sus empresas, especialmente en el terreno de la licitación pública y la consultoría IT.

Cuatro años después retornó a Entel-ibai como Gerente de cuentas. En su segunda etapa ahondó en las oportunidades ligadas a los servicios gestionados “y en la fuerte conexión que percibíamos entre los CAU y Help-Desks tradicionales, y la emergencia imparable de los CERT/CSIRT. Ahí se dejaban sentir las nuevas oportunidades de crecimiento para la empresa.”

El proyecto Entel-ibai se terminó en 2018 pero se abrieron las puertas de Talio como Coordinador de IPS. “Una cultura empresarial completamente nueva: propósito evolutivo, autogestión, NER, Teal… No tengo para olvidar el impacto que me produjeron los textos de Koldo Saratxaga y Frederic Laloux.” En Talio desarrolló las funciones que venía haciendo desde 2008: innovación, servicios gestionados, licitaciones, consultoría IT… “pero desde un prisma distinto; la cultura lo es todo en una organización”. Después de dieciocho meses decide parar y dedicarse por completo a su otra vocación: la filosofía. “No podía quitarme la losa de la tesis doctoral. O paraba o me rendía… y eso no podía ser. Necesitaba el tiempo para pensar y escribir.” En el camino llegó la pandemia, y ella puso su grano de arena para doctorarse el 18 de diciembre de 2020.

Tocaba volver al mercado. Talio era su primera elección, “seguir donde lo dejé”, y el 1 de febrero se reincorporó. Hoy tiene claro que su camino en la informática seguirá por el sendero de la automatización extrema y la Inteligencia Artificial, eso sí, “tendiendo siempre un puente a sus componentes éticas, morales, incluso esenciales; esto es lo que le debo a la filosofía.”