img

La prematuridad de los bebés influye de forma muy directa a la función visual, aumentando el riesgo de distintas patologías y disfunciones visuales que es muy importante tratar

Actualmente los nacimientos prematuros son muy frecuentes, ya que según la OMS suponen un 11% de los nacimientos. No obstante, es más habitual de lo que parece que la prematuridad acaree algunos problemas de salud y dificultades para los bebés. Unos de estos problemas es el retraso del desarrollo motor y la maduración del sistema nervioso. Sin embargo, detrás de estos problemas de retraso del desarrollo motor y nervioso también se esconden otros problemas de visión más graves.

Según Mejor Visión, los problemas más habituales de visión que pueden tener los bebés que nacen prematuros son la ametropía, la miopía, el astigmatismo, el estrabismo, la retinopatía y el ojo vago. La retinopatía es el problema más común en bebés prematuros y se debe a que en el momento del nacimiento la retina no está desarrollada del todo. Si esto ocurre lo más normal es que se observe una mejoría espontánea de la enfermedad, cuando la vascularización acaba de producirse. Si esto no ocurre, el bebé necesitará un tratamiento urgente por el oftalmólogo para que el riesgo de desprendimiento de retina o ceguera no aumente.

Entre un 30 y 60% de los bebés prematuros también pueden ser diagnosticados con estrabismo y/o ambliopía. El estrabismo más frecuente en bebés prematuros es aquel en el que el ojo se tuerce para dentro, es decir, el estrabismo convergente. Este estrabismo se debe a que los ojos tienen una mayor capacidad de convergencia o una agudeza visual deficiente, pero también puede ocurrir la ambliopía como un defecto provocado por la retinopatía mencionada anteriormente. Normalmente la cirugía no es lo recomendable, ya que el estrabismo suele variar con el paso del tiempo. En este caso, Mejor Visión recomienda su terapia visual activa en un primer momento y valorar posteriormente la necesidad o no de la cirugía.

Algo que es también muy común en bebés prematuros es la miopía (ocurre en alrededor de un 30% de los bebés). Cuando esta enfermedad aparece en los bebés prematuros aparece de repente y suele ser severa. La razón por la que ocurre suele ser porque el cristalino es demasiado grueso, algo muy habitual en bebés prematuros. Si el bebé ha tenido retinopatía, la probabilidad de que también sufra miopía aumenta más aún.

No obstante, en algunas ocasiones puede ocurrir que cada ojo tenga una graduación diferente, lo que aumenta la posibilidad de que el niño tenga ambliopía. El astigmatismo también puede ser un problema de bebés prematuros (ocurre en un 40% de los casos). Y una vez más, si el bebé ha sufrido retinopatía, puede tener más probabilidad de tener astigmatismo también. En este caso probablemente sea necesario tratar este problema con gafas.