Este sábado 14 de noviembre, se celebra el Día Mundial de la Diabetes, la cuarta causa de muerte en los países desarrollados de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS)

Según datos del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas (CGCOO), se trata de una enfermedad que afecta a 6 millones de españoles, 387 millones de personas en el mundo. De ellos, el 40% no es consciente de padecer diabetes y el 30% (1,6 millones) tiene problemas de visión. Por esto último, resulta clave detectar a tiempo sus signos y síntomas y prevenir, en la medida de lo posible, los problemas oculares derivados.

La diabetes es una de las causas de los problemas oculares más severos. Según un informe del CGCOO, las personas diabéticas tienen un riesgo más alto de padecer ceguera (el 16% de los españoles ciegos lo es por causa de esta enfermedad) y problemas visuales como glaucoma o cataratas, que son un 40% y 60%, respectivamente, más comunes entre las personas que sufren diabetes.

Desde el CGCOO reiteran la importancia de tomar conciencia de que la detección temprana y el tratamiento adecuado pueden prevenir la pérdida de visión y reducir el impacto de la diabetes en los pacientes con patologías crónicas, en particular, y en la sociedad, en general. No en vano, según se desprende de los datos que manejan, la mitad de las personas ciegas por complicaciones de la diabetes nunca ha acudido a revisar su visión.

La retinopatía diabética (RD) y el edema macular diabético (EMD) son las complicaciones oculares más habituales de los diabéticos. Es más, la primera de ellas está considerada la principal causa de ceguera en la edad laboral, hasta a un 65% de los pacientes con diabetes tipo 1 y entre un 20% y un 25%, en el tipo 2.

En la mayoría de los casos, estas complicaciones se derivan de la falta de prevención, algo que se solucionaría mediante las oportunas revisiones visuales periódicas. Y es que, aproximadamente, el 26% de los pacientes con diabetes tipo 1 y el 36% de los de tipo 2 nunca han sido sometidos a una exploración minuciosa de fondo del ojo, la prueba más importante para detectar un problema de visión derivado de la diabetes.

Una detección temprana eficaz permite mejorar considerablemente la calidad de vida del paciente diabético y mantener su productividad, evitando o retrasando las complicaciones de la diabetes que podrían afectar a su capacidad laboral.