img

Según el informe "Comportamiento de Pago Empresarial", realizado por Informa, desde el pasado mes de marzo, y coincidiendo con el inicio del estado de alarma, el 60% de las empresas españolas ha experimentado un aumento de los retrasos en los pagos. Esta situación está provocando problemas de liquidez en muchas entidades, algo que podría condicionar su futuro e, incluso, su supervivencia

El parón de la actividad empresarial y la falta de medios e infraestructuras están afectando cada día a más empresas, por lo que la digitalización de los procesos internos del negocio es clave en esta situación. La factura electrónica optimiza la gestión de las empresas, aportando liquidez y ofreciendo nuevos canales de financiación como el factoring.

El informe analiza el comportamiento de pagos tanto a nivel nacional como internacional, y recuerda que, en 2019, países como España, Alemania y Países Bajos incrementaron sus plazos de pago. De hecho, el Retraso Medio de Pago (RMP) español ha sufrido el aumento más importante, de 0,82 días, y vuelve a superar los 14 días de retraso, cosa que no había ocurrido desde 2016. Aun así, España continúa situándose cerca de la media europea (13,17 días).

Por tamaño de empresa, son las grandes corporaciones las que presentan un Retraso Medio de Pago más alto, con 15,93 días en el cuarto trimestre de 2019. Le siguen la mediana empresa (13,30 días) y la pequeña (11,80 días).

Aceptación y trazabilidad Para las empresas que utilizan la factura electrónica, la puntualidad en los pagos queda reforzada por el propio sistema, ya que no existen demoras en la facturación: la factura se emite en el momento en que se presta el bien o el servicio, el receptor la valida automáticamente -salvo que exista alguna discrepancia, que se comunica al instante para su resolución- y, en todo momento se conoce el estado de la factura y la previsión de cobro.

“Las facturas electrónicas ni se retrasan en su emisión ni se pierden, y en caso de discrepancia, ésta se resuelve inmediatamente. Algo que se traduce en una mejora sustancial de las relaciones comerciales”, explica Alberto Redondo, CMO de SERES para Iberia y LATAM.

Impulso europeo La Unión Europea lleva años promoviendo la implementación de la factura electrónica en las transacciones comerciales del mercado interior. De hecho, todas las Administraciones Públicas europeas están operando con facturas electrónicas. Además de reducir el RMP, la e-factura aumenta la liquidez, ofrece acceso a nuevas fuentes de financiación y optimiza el funcionamiento de la cadena de suministro. A estas ventajas se añade un significativo ahorro de costes, cifrado en 1.602.161.051€ en 2019, según el Estudio sobre la implantación de la Factura Electrónica en España de SERES.

“Introducir la factura electrónica en la empresa es un proceso sencillo, siempre y cuando se elija un proveedor de servicios adecuado -comenta Alberto Redondo-. En SERES, ofrecemos un asesoramiento personalizado a cada uno de nuestros clientes y nos adaptamos a cualesquiera que sean sus necesidades. De esta forma, pueden comenzar a disfrutar de todos sus beneficios desde el primer momento y de forma óptima”.