La administración de la hormona de crecimiento en mujeres jóvenes con una mala calidad de óvulos mejora significativamente su fertilidad y la tasa de nacimientos de niños sanos, según un estudio publicado recientemente por el equipo investigador de la clínica MARGen de Granada, formado por el doctor Jan Tesarik y la doctora Raquel Mendoza-Tesarik
Este equipo fue pionero, en 2005, en la administraron de la hormona de crecimiento en mujeres de más de 40 años de edad para mejorar su fertilidad y desde entonces utiliza esta hormona, tanto para mejorar la calidad de los óvulos como la receptividad uterina de los embriones, en aquellos casos donde existe un problema de mala calidad de los óvulos, independientemente de la edad.
Combatir el estrés oxidativo El estudio ahora publicado, evalúa los efectos beneficiosos de la hormona de crecimiento en mujeres jóvenes con una mala calidad de óvulos a partir de casi 15 años de experiencia clínica. Según los doctores Tesarik y Mendoza-Tesarik, un sencillo análisis de sangre permite identificar a aquellas mujeres jóvenes que pueden beneficiarse del tratamiento con la hormona de crecimiento para quedarse embarazadas.
Adicionalmente, un grupo internacional, en el que también participan los doctores Tesarik y Mendoza-Tesarik, ha descubierto que la hormona de crecimiento puede también potenciar la capacidad del útero para acoger embriones, independientemente de la calidad embrionaria. Ambos efectos de la hormona de crecimiento, sobre los óvulos y sobre el útero, fueron posteriormente confirmados por varios grupos mundiales. Un artículo reciente revela la capacidad de la hormona de crecimiento para actuar como un potente inhibidor del estrés oxidativo y no sólo en las células del ovario y del útero, sino también en otros tipos de células, como las de los vasos sanguíneos, del miocardio y de los músculos.
La hormona de crecimiento no posee propiedades antioxidantes directas, pero activa diferentes sistemas celulares responsables de la eliminación del exceso de componentes que causan el estrés oxidativo. “Sin necesidad de entrar en los detalles moleculares de estas acciones, que implican un gran número de moléculas y de vías de señalización intracelular, este descubrimiento añade una nueva herramienta diagnóstica para evaluar la utilidad de la hormona de crecimiento en la reproducción asistida. En combinación con otros agentes antioxidantes, tales como la melatonina, el efecto de la hormona de crecimiento podría hacerse aún más fuerte”, concluye el doctor Tesarik.