Desde Fundación Mahou San Miguel son conscientes de la necesidad de contribuir en estos momentos a mejorar la situación de colectivos en desventaja social y estar más cerca de las personas. Por ello, se han unido al proyecto ‘Minutos en Compañía’, impulsado por la entidad Adopta Un Abuelo, a través del cual los profesionales de la compañía acompañan y dan apoyo a personas mayores de todo el territorio nacional que se encuentran solas, compartiendo con ellos unos minutos de conversación telefónica.
Adopta Un Abuelo, entidad pionera conectando generaciones, ha reforzado el acompañamiento a las personas mayores ante la situación excepcional que se está viviendo.
¿Cómo funciona? Debido a la situación que se está viviendo por el COVID-19, Adopta Un Abuelo ha desarrollado un sistema de llamadas automáticas a través de un teléfono situado en la nube, es decir, cuando los voluntarios llaman a sus ‘abuelos adoptivos’, las llamadas se redirigen de manera segura. De esta manera se asegura la protección de datos por ambas partes, habiendo conseguido con este proceso reinventarse.
En total 61 voluntarios, profesionales de los diferentes centros de trabajo de la compañía, participan en el proyecto.
Todos los participantes han recibido una breve formación antes de iniciar la comunicación con los mayores asignados explicándoles el funcionamiento de la plataforma, así como pautas por parte de una psicóloga para relacionarse y entablar conversación con los mayores, con ejemplos prácticos de cómo actuar en diferentes situaciones cotidianas. Además, el equipo de Adopta Un Abuelo realiza un seguimiento durante toda la experiencia, garantizando la coordinación, seguridad y privacidad de las llamadas.
Para Ana María Segura, voluntaria del programa, “durante el periodo de cuarentena escuchábamos incrédulos el impacto del Covid-19 en este colectivo, pero ahora con esta iniciativa tenemos la oportunidad de dar un paso hacia delante. En cada una de mis llamadas telefónicas, he recibido minutos de sabiduría, empatía, resiliencia, ternura… Tenemos mucha suerte de seguir contando todavía con ellos, y de que formen parte de nuestras vidas, acompañándolos en los momentos más difíciles”.
Por otro lado, Edison Paucar, su abuelo adoptivo, destaca que Ana María es excelente porque se preocupa mucho por él y le hace sentir bien. En su día a día conversan sobre temas muy variados y actividades que él realiza. ”Nos encontramos muy solos, y a veces arrinconados, somos como una luz en medio de la oscuridad”. Agradece al programa de Adopta Un Abuelo que se acuerde de las personas mayores como él.
De esta manera, la Fundación refuerza su compromiso por el apoyo a programas y entidades que conocen de primera mano las necesidades de la sociedad, así como seguir impulsando a las personas y los colectivos en desventaja social también durante la emergencia causada por el coronavirus.