Según un estudio realizado por Lingokids en el que han participado 600 familias españolas con hijos menores de 11 años, los niños han dedicado entre 4 y 5 horas diarias a la realización de sus tareas escolares. El 89% de los encuestados considera que las habilidades interpersonales, conocidas como ‘soft skills’, son tan importantes o más que las asignaturas de los programas educativos tradicionales
Más del 80% de los padres españoles reconoce que su percepción del e-learning ha cambiado tras la experiencia vivida durante el confinamiento provocado por el COVID-19, y que ahora otorga una mejor valoración a la educación digital, especialmente cuando se combina con métodos tradicionales. Así se desprende de un estudio realizado por Lingokids, empresa española especializada en el aprendizaje en inglés para niños de edades tempranas, a partir de una encuesta realizada a 600 familias españolas con hijos menores de 11 años.
"La pandemia ha hecho que los modelos educativos basados en herramientas tecnológicas y en procedimientos telemáticos, que hasta ahora se consideraban un complemento más de la educación presencial tradicional, hayan adquirido el máximo protagonismo por imperativo del estado de alarma, convirtiéndose en la principal vía de aprendizaje y copando el 56% del total de actividades llevada a cabo por los niños españoles durante este periodo, según los datos recogidos en nuestro informe", asegura Ellen Wartella, directora del Centro de Desarrollo Humano y de Medios de la Universidad de Northwestern y miembro de la Junta Educativa de Lingokids.
Sin embargo, no todos los centros educativos estaban preparados para asumir este reto acelerado de digitalización, por lo que para mantener la continuidad del proceso educativo se han combinado diferentes técnicas, desde el uso de plataformas digitales escolares, clases en vivo mediante herramientas de videoconferencia y exámenes por vía telemática hasta el envío de tareas mediante e-mail o actividades tradicionales fuera de los dispositivos electrónicos. En total, la media de tiempo empleada por los niños españoles en la realización de sus tareas se ha situado entre 4 y 5 horas diarias, según las familias consultadas por Lingokids.
Por otro lado, algunas herramientas como las aplicaciones móviles permiten desarrollar otras competencias complementarias a la formación reglada. En este sentido, el informe pone de manifiesto que las familias españolas otorgan cada vez más importancia a los nuevos métodos de aprendizaje que permiten desarrollar habilidades intra e interpersonales, o ‘soft skills’, entre las que se encuentran la inteligencia emocional, la capacidad resolutiva, la motivación, la empatía o las habilidades sociales y de comunicación: el 54% de los encuestados considera que estas competencias son tan importantes como las asignaturas de los programas educativos tradicionales, y un 33% considera que lo son incluso más.
Aplicaciones educativas El uso de aplicaciones educativas se ha intensificado durante el confinamiento. Según el informe de Lingokids los niños de entre 2 y 11 años han dedicado entre una y dos horas diarias al uso de estas apps. Asimismo, 9 de cada 10 progenitores consultados prefiere apps con un componente educativo frente a aquéllas que son sólo de entretenimiento/juego. La mayoría de ellos, además, se inclina por aplicaciones que integran variedad de contenido y las especializadas en diferentes asignaturas (matemáticas, inglés, ciencias, etc.).
Las razones que manifiestan a la hora de elegir este tipo de aplicaciones son que resultan un complemento a su actividad formativa al tiempo que les ayudan a desarrollar otras habilidades y les mantienen ocupados de forma interactiva. Cuando las aplicaciones educativas están diseñadas conforme a modelos desarrollados por expertos ofrecen beneficios para los estudiantes en términos de autonomía del aprendizaje y adquisición de habilidades digitales. La inmensa mayoría de los padres (78%) reconoce que sus hijos o hijas son capaces de aprender de forma independiente cuando utilizan este tipo de apps de aprendizaje.