En momentos en los que evitar el contacto entre individuos es medida esencial para seguir adelante, los dispositivos de descarga remota para el tacógrafo digital son el mejor aliado para las empresas de transporte. Su uso garantiza el mínimo contacto físico entre personal de la empresa y reduce la posibilidad de contagio. Además, aportan el valor añadido de una mejor optimización de rutas, al hacer más accesible la información y reducir plazos
En momentos en los que evitar el contacto entre individuos es medida esencial para seguir adelante, los dispositivos de descarga remota para el tacógrafo digital son el mejor aliado para las empresas de transporte. Su uso garantiza el mínimo contacto físico entre personal de la empresa y reduce la posibilidad de contagio. Además, aportan el valor añadido de una mejor optimización de rutas, al hacer más accesible la información y reducir plazos.
Antes, durante y después del Estado de Alarma, el tacógrafo digital es testigo del trabajo del transporte por carretera. Las leyes europeas y españolas exigen usarlo para registrar la jornada y las actividades del conductor, así como conservar la información que registra.
Los datos deben pasar del vehículo a un soporte de almacenamiento, por ejemplo un ordenador o un servidor. La atomización del sector, compuesto en gran medida por pymes y autónomos, hace que el método preferido para transferir los datos sean las herramientas manuales: cables, llaves y quioscos de descarga situados en lugares estratégicos. En definitiva, puntos calientes de interacción entre individuos, y por tanto de contagio.
Sin embargo, el siguiente paso en la tecnología del tacógrafo lleva ya varios años entre las personas, y encuentra ahora su momento dorado. Algo tan sencillo como un dispositivo con conexión móvil, instalado en el vehículo y que realiza la transferencia de información a demanda puede proporcionar a los profesionales del transporte un entorno de trabajo seguro.
Aun así, los cambios tecnológicos tardan en asentarse, en parte debido a costes elevados. Sin embargo, a día de hoy la descarga remota del tacógrafo es accesible para la gran mayoría de empresas del sector. Con precios escalables en función del volumen de la flota, cualquier empresa de transporte, independientemente de su tamaño, puede permitirse estos sistemas que a la larga facilitan el trabajo diario.
Las ventajas inmediatas de un sistema como este son innegables: con una descarga automática de los datos del tacógrafo, se evita el contacto entre trabajadores de la empresa para hacer la descarga. También asegura que las herramientas usadas para ello no pasan por las manos de varias personas. Así, los dos grandes supuestos de transmisión de virus se esquivan fácilmente.
Y, una vez superada la “Nueva Normalidad”, la descarga remota del tacógrafo sigue beneficiando a sus usuarios. La implantación de esta tecnología supone un gran paso para el sector del transporte en España, en la medida que lo acerca a los estándares de la Industria 4.0.
La Industria 4.0, y por extensión la logística 4.0, traen la digitalización de los sectores implicados y la principal ventaja de esto: una mejor gestión de las actividades de la empresa, al tener disponible toda la información. Usando la hiperconectividad y el “Internet de las cosas” no solo se cumple la obligación legal del tacógrafo, sino que la información que provee puede aprovecharse al máximo para organizar conductores y vehículos, optimizar rutas y, en definitiva, tener la satisfacción del cliente en el centro del negocio.
TADIG es la marca de Qwi Tecnologías de la Información dedicada a servicios al transporte por carretera, con énfasis en el tacógrafo digital. A lo largo de sus más de 10 años de vida, el servicio de custodia y análisis de la información del tacógrafo digital se expande con el avance de la tecnología, hasta completarse con los sistemas de descarga remota y localización de flotas.