Un desarrollo anómalo de las mamas durante la pubertad puede ser un motivo de problemas físicos e, incluso, complejos de la mujer a la que le afecta, de ahí que la solución solo pase por una intervención quirúrgica, según apunta el Doctor Guilarte
El origen de las mamas tuberosas se remonta al nacimiento, es lo que provoca lo conocido como mamas tuberosas, lo cual supone un verdadero escollo para quien padece esta patología, ya que la forma, el tamaño y el aspecto de estas partes del cuerpo femenino pueden ser determinantes para el bienestar general de la mujer.
Las mamas tuberosas es el resultado de una malformación que impide el correcto desarrollo de la mama, consistente en un aspecto de brida que hace que el pecho tenga una forma tubular en lugar de la apariencia cónica tradicional.
La operación de mama tuberosa es la solución más eficaz para corregir este problema congénito, que hasta que no se alcanza la pubertad no se puede detectar en sus pacientes.
Una de las razones por las que las intervenciones de este tipo han crecido en los últimos tiempos es por el incremento de información que se ha experimentado en este periodo, puesto que se ven mayores casos de mujeres que empiezan a sospechar de lo que les pasa realmente, a diferencia de años atrás en los que se solían presentar sin saber muy bien cuál era el problema de sus mamas.
La cirugía, la única solución El tratamiento quirúrgico es la única salida que se encuentra en la actualidad para corregir este defecto, pudiendo aplicarse diferentes técnicas dependiendo de las características de cada caso, según apunta Dr. Guilarte:
En caso de que la brida se considere leve, se puede seccionar y así se expandirá la zona y corregirá el problema.
Si la brida es mayor, en cambio, el cirujano optará por bordearla por la zona inferior para la expansión de la mama.
En cualquier caso, el polo inferior se debe rellenar, ya que es donde, en la mayoría de los casos, existe una falta de tejido.
No obstante, esta técnica no es apta para todas las mujeres: la paciente deberá haber completado su desarrollo, un proceso que llega a su fin entre los 18 y los 20 años, dependiendo del caso.
En caso de que se quiera pasar por quirófano para corregir este problema, lo idóneo es recurrir a un equipo profesional de garantías, avalado por su experiencia y cualificación, como es el caso del Dr. Guilarte, un cirujano de renombre en el campo de la cirugía estética a nivel nacional.