Equipos de investigadores advierten que muchas empresas aprovechan los descuidos que los usuarios de la Red pueden tener, ante el exceso de información de los portales, para así obtener beneficio económico. Este hecho se refleja en los denominados patrones oscuros del diseño web y, especialmente, dentro del sector del comercio electrónico.
El consultor de usabilidad web, Harry Brignull, fue uno de los primeros que identificó diferentes modelos que profesionales dedicados a esta área ponen en práctica para engañar a los usuarios. Algunas de las trampas más comunes tienen que ver con colores que despistan, porque normalmente se identifiquen con otro tipo de acción a la que finalmente se realiza, así como con la utilización de cronómetros de cuenta atrás que marcan descuentos ficticios, con precios que permanecen ocultos, o avisos publicitarios encubiertos mediante botones de descarga, entre otras estafas para las que se utiliza el diseño.
Investigaciones realizadas en las universidades de Princeton y Chicago revelan que, entre las grandes compañías que emplean patrones oscuros en su diseño web, para atraer consumidores, se encuentra el gigante Amazon.
La agencia Piano Marketing, de Diseño Web Granada, especializada en el ámbito de SEO, Social Media y páginas web, es consciente de la problemática que en la actualidad supone la competencia en la Red en este tipo de prácticas. Al respecto, ofrece a sus clientes servicios de diseño y posicionamiento web, bajo unas directrices totalmente legales y fructíferas para cada negocio. Desde esta agencia, con sede principal en Granada, se advierte que los patrones oscuros son potencialmente ilegales, por lo que es conveniente que el diseño web en las empresas se lleve a cabo por medio de profesionales de buena fe que realicen un adecuado trabajo visual y de posicionamiento, cumpliendo estrictamente con las normas legales.
Algunos de los resultados derivados de los patrones oscuros del diseño web son:
Efecto Marco: provoca que los usuarios tomen decisiones distintas a las que desean, en función de cómo se les presente la información. Este efecto hace mostrar distintos cuadros de diálogo que alejan a los individuos de seleccionar una opción concreta, inculcándoles un sentimiento de remordimiento a través de mensajes.
Efecto Predeterminado: aprovecha que los usuarios están desprevenidos para simular botones que indican acciones no deseadas por dichos usuarios, bajo un color que les evoca a otra acción de la web que sí quisieran realizar, y con el que ya están familiarizados.
Efecto de arrastre o Bandwagon: se corresponde con aquellas opiniones que exaltan los valores de un producto o servicio, sin que estas sean reales, así como con señales de alerta para reforzar la imagen de un “producto estrella”, o la persuasión para realizar la compra de un producto o servicio, por encima de otros, porque se vaya a agotar, sin que esto sea cierto.
Otra de las tendencias propias de las malas prácticas, que puede originar un diseño web manipulador, es: la falacia del coste hundido, mediante la cual los usuarios no abandonan proyectos en los que han empleado tiempo y dinero, debido a frases del tipo: “¡Ya casi has finalizado tu compra…!”, por no suponerles un prejuicio, y terminan por registrar sus datos para poder obtener el servicio o producto.
En Estados Unidos ya se trabaja para combatir estas acciones ilegales en los portales web que las aplican. Europa, por su parte, no contempla expresamente a los patrones oscuros en materia digital, dentro de los derechos que entraron en vigor en 2018; no obstante, sí que algunos pueden denunciarse bajo el nuevo Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), para preservar los principios de transparencia, lealtad y licitud.