En los últimos años, ha cobrado elevada popularidad la corriente que tiene como objetivo desmitificar que la maternidad hace más felices a las mujeres. De hecho, muchas investigaciones han sugerido que la maternidad no es la fuente continua de felicidad que a menudo se promovía en los medios de comunicación. Eso no quiere decir que las madres no amen a sus hijos y experimenten momentos de gran alegría cuando los crían. “Pero la relación entre la maternidad y la felicidad es mucho más compleja de lo que la sociedad está dispuesta a reconocer”.
“Seguramente se ha mitificado demasiado la satisfacción vital que supone tener un hijo, ignorando a menudo todas las nuevas responsabilidades que eso conlleva. Es importante empezar a aportar un punto de vista más realista, con el objetivo de que madres y padres se sientan mejor preparados”, comentan los responsables del portal especializado blogdelbebe.com.
Muchas investigaciones realizadas años atrás apuntaban que las sociedades y los gobiernos debían impulsar más acciones para apoyar el bienestar de los padres, proponiendo por ejemplo un permiso paternal más largo y pagado. A partir de 2019, este aspecto es una realidad en España. El Consejo de Ministros aprobó la ampliación de la duración del permiso de paternidad de cinco a ocho semanas que entró en vigor el 1 de abril. También se ha aprobado que este permiso aumente de forma progresiva hasta las 16 semanas en 2021. “Seguramente supondrá un mejor reparto de las tareas entre la madre y el padre y contribuirá a aliviar esa carga de responsabilidad inicial”, aseguran los expertos. Esta nueva medida podría suponer un alivio de la infelicidad que sienten muchas de las mujeres al tener hijos y sentir que las expectativas que tenían con la maternidad no se cumplían.
Según un estudio liderado por Katherine Nelson de la Universidad de California, se concluyó que “la felicidad como padres depende de los rasgos de los padres y del niño. Hay caracteres o contextos que ayudan más que otros como pueden ser la edad de los padres, el temperamento y los problemas, la edad del niño, el soporte social, empleo y estatus socioeconómico, el estado civil y la custodia”.
La corriente de infelicidad maternal ha cobrado tanta importancia que en Estados Unidos han aprobado el primer medicamento para tratar la depresión postparto. La máxima autoridad sanitaria de Estados Unidos (FDA), explica que “la depresión posparto es una afección que cuando es grave, puede poner en peligro la vida. Las mujeres pueden experimentar pensamientos acerca de hacerse daño o dañar a sus hijos”. Es un fármaco muy costoso, pero promete poner fin a la depresión posparto de 400.000 mujeres que sufren esta enfermedad en Estados Unidos.
Todas estas investigaciones están contribuyendo a desmitificar el vínculo entre la maternidad y la realización personal, especialmente en el caso de las madres, a la vez que los gobiernos y nuevas terapias intentan aportar nuevas soluciones a un tema bastante más complejo de lo que puede parecer.