Encabezada por su presidente, Manuel Roberto Agotegaray, la delegación de FEFARA ha visitado y se ha reunido con los responsables del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Gipuzkoa y de Distribuidora Farmacéutica Guipuzcoana, además de visitar laboratorios Cinfa en Navarra
Agotegaray subraya como principales diferencias entre los modelos de farmacia vascos y argentino el hecho de que la distribución esté en manos de los farmacéuticos “lo que garantiza que al medicamento se le considere un bien social y sanitario y no un bien de consumo más”, así como el hecho de que la propiedad de las farmacias sea indivisible con el ejercicio de la profesión “y no estén en manos privadas (sociedades) que no garantizan la continuidad del servicio”. El presidente de Fefara incide en la necesidad de que la población valore los servicios que se prestan desde la farmacia, “ya que es lo único que nos asegura un futuro útil como profesión”.Una delegación de representantes de la Federación Farmacéutica de Argentina (FEFARA) encabezada por su presidente, Manuel R. Agotegaray, se encuentra estos días de visita en el País Vasco con el objetivo de conocer de cerca el modelo de farmacia vasco, tanto en lo que se refiere a la gestión de las farmacias comunitarias como de la distribución farmacéutica.
Por este motivo, la delegación argentina ha visitado y se ha reunido con los responsables del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Gipuzkoa (COFG), así como de Distribuidora Farmacéutica Guipuzcoana (DFG), visitando su almacén central en San Sebastián. Asimismo, han tenido ocasión de visitar la sede central de laboratorios CINFA, en Huarte (Navarra).
El presidente de Fefara ha explicado durante su visita que, una de las principales diferencias que existen entre el modelo argentino y vasco de farmacia “es que en Argentina la distribución está en manos privadas o en manos de los laboratorios (industria farmacéutica). Cuando la distribución está en manos de los farmacéuticos como aquí, se tiene mucho más en cuenta la demanda de la población en cuanto al acceso, la eficacia y la eficiencia del medicamento y no se responde a intereses comerciales como, muchas veces, nos pasa en Argentina”.
En este sentido agregaba que, cuando la propiedad de distribución farmacéutica está en manos privadas, “se privilegian los intereses empresariales sobre las necesidades sanitarias que tiene la población. Se toma al medicamento como un bien de consumo más y no como un bien social y una herramienta sanitaria para que la población pueda o recuperar o sostener o mejorar su salud”. A su juicio, otro aspecto importante de una distribución gestionada por los propios farmacéuticos es que “toda la rentabilidad que pueda generar la empresa se vuelve a reinvertir en mejorar el servicio y facilitar la vida a la población, que es algo fundamental”.
Servicios farmacéuticos Manuel Agotegaray se ha mostrado convencido de que los farmacéuticos deben interiorizar “la necesidad que tenemos de que la población valore el servicio que prestamos. Si esto no se da, vamos a tener muchos problemas para seguir con el ejercicio de la profesión”, aseguraba.
“No hay ningún funcionario, ningún empresario que nos pueda garantizar la vida útil como profesión, salvo la población misma cuando se involucra y valora los servicios farmacéuticos que debemos darle. Este es uno de los principales desafíos que tenemos los farmacéuticos hoy en día, tanto individualmente en el trabajo diario, como para las instituciones farmacéuticas y sus dirigentes: el seguir trabajando investigando, capacitando y formándonos para poder dar todos estos servicios”, señalaba.
Propiedad de las farmacias Respecto a la situación de las oficinas de farmacia en Argentina, el presidente de FEFARA subraya que la competencia comercial se ha impuesto “mucho” sobre los aspectos sanitarios que debe tener el medicamento. “La desregulación ha hecho que el sistema financiero esté continuamente vigilando el mercado del medicamento en Argentina, analizando en qué momento le conviene entrar para buscar rentabilidad y, cuando no le conviene, desaparece rápidamente. Eso hace que cuando le conviene trabaja sobre la propiedad de la farmacia para quitársela al farmacéutico y que ésta pase a ser propiedad o bien de una Sociedad de Responsabilidad Limitada (entre el farmacéutico y un grupo empresarial), o bien de una Sociedad Anónima”.
Asegura que esto es lo que desde FEFARA combaten. “Trabajamos para evitar que sociedades de este tipo sean propietarias de la farmacia porque nunca se sabe de quién son las acciones, quienes son los verdaderos dueños… En definitiva, no son responsables de nada y las farmacias pueden desaparecer de un día para otro”, explica. Frente a ello, “apostamos porque, al igual que aquí, sea indivisible la titularidad de la farmacia con el ejercicio de la profesión. Esto garantiza a la población que la farmacia va a estar toda la vida en un barrio, en una esquina… prestando servicio a los ciudadanos”, matiza Agotegaray.
La visita de FEFARA al País Vasco se produce tras la participación del presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Gipuzkoa, Ángel Garay, en las Jornadas de Política, Economía y Gestión del Medicamento organizadas por FEFARA en Argentina el pasado mes de junio y supone un paso más en la colaboración entre ambas organizaciones.