El Congreso de los Diputados ha aprobado una propuesta no de ley que insta al Gobierno a crear un grupo de trabajo formado por padres, docentes y comunidad educativa, que regule los deberes escolares. Una medida que muchos padres vienen esperando desde hace tiempo, pero que otros consideran innecesaria.
Por supuesto, que los deberes hayan llegado al Congreso de los Diputados ha generado un amplio debate, no ya centrado en estar a favor o en contra de los deberes, sino en si se deben regular por ley los deberes escolares.
A favor de regularlos
No es nuevo que los deberes estén entre las preocupaciones de los padres españoles, teniendo en cuenta que los niños españoles se encuentran entre los más presionados por los deberes, según la OMS, con una media de 6,5 horas a la semana dedicadas a estas tareas, cuando la media europea se sitúa en 4,9 horas, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
A la vista está que los resultados de tantas horas dedicadas a los deberes no dan los frutos deseados, teniendo en cuenta que los datos del último informe PISA 2015, España casi no se ha movido de su posición desde que nuestro país comenzó a participar en esta evaluación.
María Luz Martínez, diputada socialista y propulsora del debate, señalaba en el Congreso que "hay menores que pueden pasar hasta cinco horas con estas actividades que, además, "en muchos casos son repetitivas, tediosas y sin objetivos ni finalidades educativas", algunas de las buenas razones por las que los niños no deberían tener deberes.
Los deberes no sólo agobian a los niños, restando tiempo de juego y de compartir en familia, como señala la campaña Ikea "Salvemos las cenas" (a la que una profesora de secundaria ha respondido en una carta, sino que hay quienes van más allá asegurando que les estamos destrozando la infancia y que promueven desigualdades sociales y abandono escolar.
El pasado noviembre, la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) convocó una huelga de deberes durante los fines de semana que posicionó a profesores y a padres tanto a favor como en contra de la iniciativa. Y la clave es precisamente esa, que es muy difícil conseguir un consenso en el que todas las partes estén de acuerdo.
Al regularlos, se acabarían los deberes excesivos que ponen a los niños (y a sus familias) al límite de sus posibilidades, muchas veces por evitar desautorizar a los profesores.
En contra de regularlos
Las principales críticas se enfocan a la intrusión de la política en el ámbito educativo, algo que, consideran, debería ser competencia de los profesores.
Al igual que al convocar la huelga, se cree que es una forma de desautorizarlos como profesionales, aunque muchas veces son ellos mismos los que reconocen que están presionados por un programa curricular repleto de contenidos que deben cumplir a toda costa.
Otro punto en contra de regularlos es que al legislar los deberes de Primaria, habría "un choque entre Primaria y Secundaria para los alumnos podría revertir en un gran estrés, porque los alumnos no estarían acostumbrados al trabajo fuera de las aulas".
Veremos en qué queda el asunto, cómo se regularán y la forma en que se pondrán en práctica las nuevas medidas. Lo que sí es evidente es que hace falta un Pacto de Estado que modernice el sistema educativo con actividades motivadoras y proporcionadas con las que los niños se sientan ilusionados por aprender.
El contenido de este comunicado fue publicado primero en la página web de Bebés y más