Los nuevos MacBook Pro han tenido una acogida mucho menos calurosa de lo que los propios responsables de Apple se esperaban. Incluso Phil Schiller fue entrevistado recientemente para explicar algunas de las decisiones que habían tomado, pero eso no ha impedido que muchos critiquen el abandono de diversas opciones de conectividad o de la defenestrada ranura SD.
Esas críticas podrían agravarse ahora que ha aparecido el ya tradicional análisis que iFixit hace de diversos productos de Apple. Al destripar los nuevos MacBook Pro sin Touch Bar han descubierto cómo aunque hay alguna buena noticia, la norma general es clara: Apple no quiere que metas las narices en sus equipos. Si quieres actualizarlos en el futuro con más memoria u otra unidad SSD, lo vas a tener muy difícil.
Si quieres reparar un Mac, llévalo a una tienda oficial
En el pasado Apple tenía otra filosofía en este ámbito, y sus equipos daban ciertas opciones a la hora de que los usuarios que lo deseasen pudieran actualizar sus equipos. Eso por ejemplo ha convertido en este MacBook Pro de 13 pulgadas no Retina del año 2012 en uno de los modelos que mejor se siguen vendiendo hoy en día.
Ampliar la RAM o cambiar su disco duro por una unidad SSD estaba al alcance de cualquiera, y además en este portátil contábamos todavía con un conector Ethernet e incluso con una unidad SuperDrive. La locura.
De un tiempo a esta parte, no obstante, Apple ha ido limitando más y más esas opciones en todos sus productos, y los nuevos MacBook Pro son una clara demostración de ello. En el análisis de iFixit descubrieron que estos portátiles son más delgados y más ligeros, pero uno de los efectos colaterales de esa reducción de tamaño y peso es la pérdida en personalización, capacidad de reparación por parte de los usuarios y capacidad de actualizar componentes en el futuro.
Incluso actualizar la unidad SSD será complejo
La batería del equipo está literalmente pegada al chasis, algo ya tradicional en los dispositivos de Apple, lo que hace complicado cambiarla, pero además —como de costumbre— la memoria RAM está directamente soldada a la placa base del equipo, lo que hace que sea casi imposible actualizar ese componente por parte de usuarios finales: será mejor que lo tengas en cuenta antes de decidir qué modelo de MacBook Pro quieres, porque esa RAM con la que llegue el equipo será la que puedas disfrutar durante toda la vida del dispositivo.
La unidad SSD de los nuevos MacBook Pro tiene un formato propietario, así que será difícil encontrar repuestos o unidades con las que actualizar este apartado si no es a través de Apple.
Afortunadamente la unidad SSD no está soldada a esa placa base, lo que hace que sea algo más viable una posible mejora futura en este sentido si nos interesa. El único problema (importante) aquí es el hecho de que el formato de las unidades SSD utilizadas por Apple es propietario, así que olvídate de poder pasarte por alguna tienda online, comprar una unidad SSD en formato M.2 PCIe e instalarla fácilmente, porque ese no será el caso.
Tendremos que acudir a tiendas y vendedores especializados que comercialicen ese tipo de unidades propietarias, lo que probablemente haga más difícil conseguirlas... y más caro. ¿La única buena noticia? Que al menos el gigantesco trackpad de estos equipos sí se puede extraer fácilmente, lo que permitirá que podamos sustituirlo o limpiarlo sin problemas si por ejemplo lo ensuciamos en algún momento.
El "índice de reparabilidad" con el que iFixit califica los productos que destripa lo deja claro: un 2 sobre 10 es una puntuación que deja claro que tratar de arreglar problemas en estos MacBook será especialmente complicado. Apple tiene claro que lo mejor que puedes hacer es disfrutar del equipo tal cual: si tienes un problema ya se encargarán ellos de solucionarlo. Se mira, pero no se toca.
La noticia "Si quieres actualizar el hardware de los nuevos MacBook Pro, lo vas a tener difícil. Un montón" fue publicada originalmente en Xataka.