Los controles realizados por el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra y el Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local, con la colaboración de los ayuntamientos de Pamplona y Tudela, indican que por el momento el mosquito tigre (Aedes albopictus), posible transmisor del virus Zika, no está presente en el territorio de la Comunidad Foral.
Este plan de vigilancia comenzó la última semana del mes de junio y se mantendrá hasta finales de octubre, cuando se prevé que las condiciones meteorológicas impidan la actividad y proliferación de estos insectos. Para ello se han instalado 45 dispositivos ("ovitrampas") distribuidas por cinco zonas geográficas de la Comunidad Foral, en las que podría existir riesgo de introducción de esta especie, en función de las características del insecto, su biología, determinados aspectos ambientales del emplazamiento y otros factores que pueden facilitar su propagación desde otras zonas geográficas en las que se ha detectado su presencia.
Especialmente se vigilan las vías de comunicación procedentes de la zona mediterránea y de la región francesa de Aquitania, donde se ha demostrado el establecimiento del mosquito tigre y desde las que llega un importante tráfico de vehículos, sobre todo por los desplazamientos turísticos durante el verano, periodo que coincide con la máxima actividad del insecto.
Cabe destacar que los mosquitos se desplazan volando entre distancias inferiores a 400 metros, así que la colonización de un nuevo territorio se produce normalmente cuando se trasladan dentro de habitáculos de vehículos (maleteros, cabinas, contenedores, etc.) desde zonas donde previamente se han establecido.
En el caso de que se detectara la presencia del mosquito tigre en una zona determinada, se aplicarían medidas de control para eliminarlo, sobre todo para evitar su proliferación, así como medidas de protección individual. Por esta razón, conocer su posible presencia es importante para evaluar el riesgo de transmisión de enfermedades portadas por estos insectos y adoptar las medidas preventivas necesarias.
El mosquito tigre y el virus Zika
Desde el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra se recuerda que diferentes enfermedades producidas por virus pueden transmitirse cuando un mosquito tigre infectado pica a las personas. Entre estas dolencias preocupa la posible transmisión por este insecto de la enfermedad causada por el virus Zika, aunque no existe evidencia en la actualidad.
Cabe recordar que solamente una de cada cuatro personas infectadas desarrolla los síntomas de esta enfermedad, que normalmente son leves e incluso pueden pasar desapercibidos, resolviéndose sin complicaciones, lo que puede dificultar la detección de los casos. Sin embargo, en algunos países y en brotes epidémicos se ha observado un aumento de complicaciones neurológicas que pueden ser graves y que afectan a los nacidos de madres infectadas durante el embarazo, especialmente la microcefalia.
Actualmente no existen vacunas para prevenir el zika, por lo que la prevención de la transmisión de la enfermedad pasa por conocer la situación epidemiológica, la existencia de casos y la presencia del insecto vector (transmisor).
En Navarra se han declarado durante el año 2016 un total de cinco casos confirmados de la enfermedad causada por el virus Zika. Se trata de un varón y cuatro mujeres, ninguna de ellas embarazada. Todos los casos corresponden a personas que durante el periodo de incubación han viajado a países con brotes epidémicos de la enfermedad.
45 trampas
Las ovitrampas instaladas consisten en un recipiente de unos 400 cc. de capacidad, preferiblemente oscuro, con un orificio practicado en el cuarto superior que evita que la trampa rebose en caso de lluvia. El recipiente se rellena con agua hasta el nivel del orificio y posteriormente se introduce el testigo. El testigo es un elemento de material poroso, en el que la hembra del mosquito pone los huevos si se encuentra presente en la zona próxima a la ovitrampa.
Cada quince días, se recoge el testigo, se identifica e introduce en una bolsita para su traslado al laboratorio y se sustituye por uno nuevo.
Las muestras obtenidas se analizan para detectar la presencia de huevos e identificar y confirmar si corresponden al mosquito tigre. En este sentido, es importante contar con la colaboración de la ciudadanía para que, en el caso de que alguna persona encuentre alguno de estos dispositivos, lo deje en su lugar sin manipularlo de ninguna manera.
El despliegue de este plan se corresponde con el Plan nacional de preparación y respuesta frente a enfermedades transmitidas por vectores, como dengue, zika y chikunguya, aprobado por la Comisión de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Este Plan nacional establece que las comunidades autónomas y, en su caso, los ayuntamientos, deben realizar planes propios de vigilancia para determinar la presencia de mosquitos vectores, valorar su implantación en su territorio y las actuaciones que deberán realizarse.
En la gestión de la vigilancia, coordinada por el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra, han participado el Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local y los Ayuntamientos de Pamplona y Tudela. El Laboratorio Agroalimentario ha procesado las muestras recogidas en el programa de vigilancia.
El contenido de este comunicado fue publicado primero en la web del Gobierno de Navarra