Las nuevas tecnologías aplicadas al automóvil son una revolución latente, en pleno desarrollo. Desde hace años las grandes empresas han hecho grandes inversiones en el interior y exterior de los vehículos. El coche conectado y el autónomo se han convertido en las grandes referencias de futuro del sector.
Según se desprende de los datos recogidos por el Observatorio Cetelem Auto 2016, el coche conectado es para el usuario sinónimo de progreso y confort, aunque aún se percibe cierta reticencia a su uso masivo por considerarlo todavía un medio de transporte caro. En todo caso, la seguridad y el ahorro de costes son razones fundamentales para la compra de este tipo de vehículos. Respecto al coche autónomo, hay grandes expectativas, de gran aceptación, aunque queden algunos años para que sea un medio de transporte cotidiano.
La metodología de la encuesta del Observatorio Cetelem Auto 2016 es de dimensión mundial, ya que abarca 15 países (Alemania, Bélgica, Brasil, China, España, EEUU, Francia, Italia, Japón, México, Polonia, Portugal, Reino Unido, Sudáfrica y Turquía). Se han gestionado 8.500 encuestas a personas que han comprado un automóvil en los últimos 5 años (1.000 realizadas en España).
Para los conductores españoles encuestados, el coche conectado es simplemente el coche ideal, sinónimo de progreso en materia de confort (87%), de ahorro de tiempo (84%) y de seguridad (81%). Por otro lado, el 70% opinan que el coche conectado es caro. España destaca a nivel internacional por considerar el coche conectado el coche ideal. (79% vs 73% media internacional).
Cuando se habla de coche conectado se entiende que la navegación es totalmente generalizada, con el uso de lo último en tecnología. En España, el uso del Smartphone es una herramienta fundamental, un 70% confiesa que lo usa para preparar o guiar sus desplazamientos. También destacamos por el uso del GPS no integrado. Sin embargo, en el uso del portátil y /o la tablet, estamos por debajo de la media mundial (gráfico inferior).
Respecto al uso de otras aplicaciones interactivas (como Google Maps), el 88% de los españoles encuestados reconoce su uso. Chinos (97%) y brasileños (95%), lideran el ranking de usuarios de estas aplicaciones. Los japoneses (57%), están a la cola de esta lista.
En cuanto al porcentaje de conductores del mundo que reconocen que estas aplicaciones y/o herramientas interactivas les han servido para cambiar las prácticas de sus desplazamientos, el 80% afirma haber reducido su tiempo de desplazamiento (75% en España). También es importante para los usuarios la mejora en el volumen de kilómetros recorridos, y el número de desplazamientos.
Pero también hay algunos otros aspectos que también preocupan a los conductores. A la pregunta de cuál es la razón principal de inquietud sobre el coche conectado, “no ser completamente el amo del vehículo”, es la respuesta del 24% de los encuestados en los principales países del mundo (en España, un 19%).
También hay miedo al uso de información (22% en el mundo vs 21% en España); miedo por la seguridad (21% vs 18% en España). Llama la atención de los españoles a perder “el placer de conducir” (12%), frente al 9% internacional y que las funcionalidades se hagan rápidamente obsoletas (12% vs 8% en el mundo).
La seguridad
Según la encuesta del Observatorio Cetelem Auto 2016, tanto a nivel nacional como internacional, la seguridad destaca como la prioridad a la hora de conducir un coche conectado. En España, lo reconocen el 80% de los encuestados, tres puntos por encima de la media internacional.
Otros aspectos destacados en esta relación de prioridades es el ahorro de costes del vehículo; la optimización del tiempo del trayecto, o el respeto al medio ambiente, entre otros.
Respecto a los servicios y funcionalidades del coche conectado, los españoles valoran por encima de la media internacional disponer de un sistema de inmovilización en caso de robo (90% frente al 89% de otros países del mundo). También nos gusta tener un sistema de detección de peatones y obstáculos, y destacamos por ser receptivos en recibir consejos sobre eco-conducción, dos puntos por encima de la media internacional (83% frente al 81%).
A la pregunta de si la funcionalidad del coche conectado es una razón para la renovación del vehículo actual, un 40% de españoles dijeron que no, y un 36% contestaron afirmativamente. En el ranking, destacan países como China (77%) o Turquía (70%) que consideran fundamental la funcionalidad para cambiar de coche.
El vehículo autónomo
Del coche conectado al coche autónomo hay mucho más que una diferencia semántica. El vehículo sin manos es una incipiente revolución que suscita numerosos interrogantes, siendo la primera la posibilidad de su fabricación a nivel planetario, y que el conductor solo use sus manos para disfrutar de muchas cosas…, pero ninguna de ellas sea llevar en volante.
En la encuesta de Cetelem, a la pregunta de si este coche es todavía una ensoñación y si hay disposición a su uso, el 54% de los españoles lo conocen y afirman que será una realidad y en 80% afirma que estarán interesados en su uso. Nuestro país está por encima de países como Estados Unidos o Alemania en esa percepción sobre el futuro y utilidad del coche autónomo.
A la pregunta de qué haría dentro de este vehículo, divertirse es la primera opción (48% media mundial). Sin embargo, los españoles no ven la diversión como referente prioritario (39%). Hablar con los pasajeros y/o descansar son otras de las alternativas en las que el “conductor” emplearía su tiempo.
Los fabricantes deben de ser los responsables de este proceso de transformación hacia el coche autónomo, según los encuestados. Un 58% de los españoles así lo manifiestan, frente a un 62% de la media mundial. En segundo lugar, se alude a los especialistas en tecnologías de la Información, seguido por fabricantes de equipos, responsables de infraestructuras, talleres, etc.
En cuanto a la disposición de comprar un coche de Google o Apple, mexicanos, chinos y brasileños son los más proclives (porcentajes entorno al 80%). En el caso de España, también nos situamos por encima de la media internacional (60% vs 55%), por encima de países europeos como Francia, Alemania o Reino Unido.
Finalmente, en la encuesta se pregunta sobre cuándo podría ser una realidad el coche autónomo en las carreteras (gráfico inferior). La media sobre 15 países encuestados es de 6,6 años. En España somos algo más optimistas y creemos que de 3 a 5 años será una realidad tangible (34% de respuestas).
La nota apareció primero en Un 60% de los conductores españoles encuestados estaría dispuesto a comprar un coche autónomo.