La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) alerta del posible riesgo de alergia y reacciones cutáneas graves por la utilización de dos medicamentos expectorantes usados muy frecuentemente en niños y en adultos.
En concreto, la AEMPS menciona que ha recibido notificaciones de reacciones adversas graves asociadas al consumo de medicamentos que contienen ambroxol o bromhexina, debido a lo cual los laboratorios fabricantes de estos medicamentos están obligados a modificar el prospecto del medicamento y cambiar la información que se proporciona en los apartados de “advertencias" y "precauciones” y de “reacciones adversas”.
La bromhexina y el ambroxol son dos principios activos diferentes, aunque el ambroxol deriva de la bromhexina. Se utilizan como expectorantes o mucolíticos, porque reducen la viscosidad de las secreciones mucosas y facilitan su expulsión en procesos catarrales y gripales. Ambos principios activos están indicados para el tratamiento de adultos y niños a partir de 2 años.
Esas reacciones graves, que a partir de ahora deberán reflejarse en el prospecto, afectan a la piel, aunque al menos por el momento, se desconoce con qué frecuencia se dan. Estas reacciones cutáneas graves son:
- Eritema multiforme.
- Síndrome de Stevens-Johnson (SSJ) o necrolisis epidérmica tóxica (NET).
- Pustulosis exantematosa generalizada aguda (PEGA).
En los prospectos se advertirá que si el paciente “presenta síntomas o signos de exantema progresivo (en ocasiones asociado a ampollas o lesiones de las mucosas), se debe interrumpir inmediatamente el tratamiento con ambroxol o bromhexina y se debe consultar a un médico”.
Algunas marcas muy conocidas de medicamentos que contienen ambroxol son: Mucosan, Lizipadol o Bucoxon. Y algunas marcas que contienen bromhexina son: Bisolvon o Bisolmed. La AEMPS ha publicado una lista completa de los medicamentos que contienen ambroxol o bromhexina.
Así son los medicamentos contra la tos
Los medicamentos contra la tos se presentan de muy diferentes maneras, y en ocasiones lo hacen como si fueran panaceas. Pero lo cierto es que no es recomendable utilizarlos, salvo cuando la tos sea persistente. Los medicamentos más habituales para la tos son:
Antitusígenos: Evitan o cortan la tos. Los más conocidos suelen llevar dextrometorfano y cloperastina y se pueden vender sin receta médica. Los que incluyen codeína sí necesitan receta y son algo más eficaces, aunque con frecuencia ocasionan reacciones adversas y además están prohíbidos en menores de 12 años.
Combinados: Los medicamentos combinados para la tos seca suelen incluir dextrometorfano y otras sustancias, como antihistamínicos, descongestionantes o paracetamol. Pero su eficacia es dudosa, especialmente cuando combinan principios activos de acciones opuestas. Además, cuantos más fármacos incluyan, más riesgos de provocar reacciones adversas.
Expectorantes y mucolíticos: Los expectorantes estimulan la producción de moco bronquial y los mucolíticos disminuyen su viscosidad y facilitan su expulsión. Los más conocidos llevan ambroxol, bromhexina, acetilcisteína y carbocisteína. Su eficacia es dudosa y pueden provocar efectos secundarios.
Homeopatía: Utiliza extractos naturales en diluciones extremadamente bajas. No existe evidencia científica de que tengan algún efecto, más allá del placebo.