El director general de la Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Fernando Burgaz, ha instado a las instituciones, asociaciones, ONGs y sociedad civil en general a trabajar en iniciativas que promocionen una dieta equilibrada para las personas y el planeta, que fomenten la reducción del desperdicio alimentario y que potencien la innovación agraria para alimentar al planeta.
Estos tres retos han sido los ejes del Proyecto Desafíos impulsado por el Ministerio en el marco de la Expo de Milán, que cerró sus puertas el pasado fin de semana, y cuyo lema fue “Alimentar el planeta: Energía para la vida”. De las 126 iniciativas presentadas, el Departamento eligió nueve, entre las cuales la Fundación Daniel y Nina Carasso ha querido premiar a tres.
Durante la entrega de los premios, celebrada hoy en la sede del Ministerio, Burgaz ha manifestado su satisfacción por la respuesta recibida al Proyecto, cuyo objetivo era dar a conocer aquellas experiencias de éxito relacionadas con los tres desafíos. Una respuesta, ha indicado el director general, que ha destacado no sólo por las numerosas presentaciones recibidas de administraciones públicas, entidades sociales, agentes económicos, ONGs, medios de comunicación, universidades o centros de investigación de toda España, sino también por la calidad y variedad de las mismas.
Desafíos
En relación con el primer desafío, la promoción de una dieta equilibrada para las personas y el planeta, el director general ha explicado que se recibieron 56 iniciativas que generan claros beneficios para las personas en relación con una dieta equilibrada, algunas de cuales integran también a personas en riesgo de exclusión. Unas iniciativas, ha apuntado, que generan beneficios para el planeta en relación con el fomento de la biodiversidad, el uso sostenible de los recursos naturales o la utilización de técnicas como la bioconstrucción o la agricultura ecológica.
Sobre el segundo desafío, centrado en iniciativas encaminadas a reducir el desperdicio alimentario, un objetivo del Departamento durante los últimos años, Burgaz ha señalado que se presentaron 23 iniciativas que, en conjunto, mejoran la eficiencia de la actividad de la industria agroalimentaria, reduciendo el desperdicio a lo largo de toda la cadena y, como en el caso anterior, muchas de ellas incluyendo a colectivos en riesgo de exclusión a los que se destinan parte de los alimentos recuperados.
En cuanto al tercer desafío basado en el impulso de la innovación agroalimentaria para alimentar el planeta, el director general ha resaltado el contenido de las 47 iniciativas recibidas, orientadas a aplicar mejoras en la productividad, abaratar costes, mejorar la eficiencia en la utilización de los recursos o trabajar en la utilización de métodos naturales para procesos como el control de plagas.
Entre las 30 escogidas en la Expo de Milan, ha explicado Burgaz, el Ministerio seleccionó tres por cada uno de los desafíos, que sus impulsores tuvieron oportunidad de presentar, y fueron publicadas por ECODES.
La concesión de los premios de la Fundación Daniel y Nina Carusso a tres de ellas ha sido especialmente valorada por el director general, por la posibilidad que estos reconocimientos ofrecen para ampliar la repercusión de las iniciativas más allá de la propia Exposición.
Burgaz ha agradecido por ello la colaboración de la Fundación, y ha destacado la respuesta de los participantes, con excelentes iniciativas que podrían ser replicadas sin dificultad por oros colectivos, instituciones o territorios, multiplicando los efectos beneficiosos de las acciones y contribuyendo con ellas a la mejora de la “Marca España”.
Fundación Daniel y Nina Carasso
La Fundación Daniel y Nina Carasso, fundación patrimonial de mecenazgo, tiene entre sus objetivos apoyar a entidades españolas que fomentan sistemas alimentarios sostenibles.
Entre sus prioridades se encuentran: el apoyo al emprendimiento agroecológico y alimentario con impacto social; la promoción de la sostenibilidad a lo largo de toda la cadena alimentaria; el refuerzo de redes alternativas de producción, distribución y consumo, tales como los circuitos cortos; la lucha contra la malnutrición.
Apoyar el proyecto Desafíos del Pabellón de España es para la Fundación un gesto de reconocimiento a la labor valiosa de muchas entidades por una alimentación más sostenible en nuestro país.