Un pequeño de 6 años está ingresado en Barcelona con difteria, una grave enfermedad infecciosa de la que no se registraba ningún caso enEspaña desde hace casi 30 años. La vacuna contra la difteria forma parte del calendario vacunal común y su administración está cubierta por el Sistema Nacional de Salud… pero este niño no estaba vacunado. Este nuevo caso genera inquietud sobre los potenciales riesgos que un posicionamiento irracional y excesivo contra las vacunas puede tener contra la salud pública.
Buena información para aclarar las cosas
Este triste caso no es un hecho aislado. En los últimos meses se ha recrudecido el debate entre quienes creen que vacunarse es lo adecuado y quienes piensan lo contrario. Sobra información contradictoria y muchas veces infundada, lo que favorece la desconfianza y el miedo de los padres. En OCU queremos aclarar las cosas, arrojando algo de luz sobre los miedos más extendidos sobre la vacunación:
- Su composición es peligrosa. Uno de los argumentos de los detractores de las vacunas es la presencia del polémico conservante tiomersal. Nada en la evidencia científica disponible indica que su uso no sea seguro dentro de los márgenes legales. Su presencia, en cualquier caso, cada vez es menos común, pues se está eliminando de la composición.
- El sistema inmune se resiente. Otro de los miedos habituales es la posible sobrecarga del sistema inmune, argumento utilizado sobre todo contra la aplicación simultánea de varias vacunas, resulta poco sostenible pues de forma natural los niños están expuestos a una elevadísima cantidad de antígenos lo que permite que su sistema inmune se desarrolle.
- Pueden provocar enfermedades, como autismo. La vacuna triple vírica protagonizó una desafortunada polémica hace más de quince años, cuando se relacionó con el desarrollo del autismo. Aunque luegose demostró que las publicaciones en las que se basaba esa acusación eran fraudulentas y se retiraron, sigue habiendo muchos padres que consideran que esta vacuna no essegura, aunque no hay ninguna evidencia real que la relacione con el autismo y sus beneficios superen claramente los riesgos, como sucede con la vacuna de la difteria.
Ahora bien, tampoco es necesario vacunarse por sistema contra todas las infecciones de las que existe una vacuna. La práctica de la vacunación ha demostrado con creces sus beneficios, pero no todas las vacunas tienen la misma utilidad o relevancia. De hecho, hay vacunas cuya inclusión en el calendario oficial de vacunación no está justificada en términos de salud pública. E incluso vacunas sobre cuyos beneficios hay fundadas dudas, como sucede por ejemplo con las vacunas de la gripe, de la varicela en niños o de la gastroenteritis, pero el beneficio de la vacuna triple vírica (sarampión, paperas y rubeola) o la trivalente (tétanos, tosferina y difteria) está sobradamente demostrado. Cada circunstancia requerirá de una evaluación individualizada y discutirlo con el paciente.
Sí a la vacunación… y también a las dudas
Tener una actitud crítica con respecto a los medicamentos es algo positivo, que desde OCU alentamos, pues creemos que los pacientes deben ser más autónomos y tener criterio sobre su salud y la medicalización de su vida, pero para esto es fundamental tener una información rigurosa e independiente. Dejar a un lado posiciones extremas y prejuicios y fomentar el diálogo entre médico y paciente es la mejor forma de evitar problemas.
En cualquier caso, desde OCU recordamos que los padres que no hayan vacunado a sus hijos basándose en el calendario oficial pueden hacerlo, pues hay calendarios adaptados. ¿Es tu caso? Pregunta en el centro de salud o al pediatra.