Más del 90% de las grandes aseguradoras emplean a detectives privados en la lucha contra el fraude. Resultado: solo en 2013, por cada euro invertido, evitaron el pago de 40 euros en reclamaciones fraudulentas o exageradas. El fraude a las aseguradoras provoca un incremento del 16% en el precio final de los seguros a los usuarios.
Los detectives privados se han convertido en la brigada anti-fraude de las compañías aseguradoras. Bajas laborales fictícias, accidentes de tráfico entre familiares, incendios de empresas en quiebra…son miles los falsos siniestros que quedan al descubierto tras investigaciones realizadas por detectives. Siniestros de este tipo costarían a las compañías aseguradoras más de 570 millones de euros anuales. Sin embargo, gracias a estas investigaciones privadas, abonaron el pasado año 161 millones, es decir, un 72% menos del importe inicialmente reclamado.
“Son datos absolutamente contundentes que demuestran la importancia de nuestra labor en la prevención del fraude. Es cierto que la crisis económica nos ha golpeado a todos de forma muy dura pero esta situación no puede repercutir directamente en las entidades aseguradoras. Poco a poco, los detectives privados hemos ido demostrando que somos una solución eficaz y muy rentable en la lucha contra este tipo de engaños” señala Eva Grueso, presidenta de la Asociación Profesional de Detectives Privados de España.
En total, los intentos de fraude durante el 2013 se han incrementado un 2,4 respecto al año anterior “y eso que se investigan aquellos casos con indicios más evidentes. Existen otras muchas miles de reclamaciones probablemente fraudulentas que no se investigan” añade Grueso. Por sectores, la picaresca la sigue encabezando el seguro del automóvil con supuestas lesiones de los ocupantes tras sufrir algún percance o intentar asegurar el vehículo después de haber sufrido un accidente. También se han incrementado los intentos de fraude no profesionales como simulaciones de robo o incendios de negocios.
Las Comunidades Autónomas más “fraudulentas” son Andalucía, Cataluña, Madrid mientras que las más “honradas” son La Rioja, Navarra y Cantabria.
El fraude a las aseguradoras centra el 20% de la actividad profesional de los detectives pero existen agencias como la de José María Carande donde ocupa el 80% de sus investigaciones. “No solo es el ahorro que evitamos a las grandes compañías sino también minimizamos la subida que reciben los usuarios como impacto por este tipo de fraudes. Si no descubriéramos estos miles de engaños, los seguros que pagamos todos los años del coche, hogar o laborales nos podrían costar un 50% más ” asegura Carande.
Otro 60% de las investigaciones se centran actualmente en asuntos económicos relacionados con la crisis como la solvencia y localización de deudores o información preventiva sobre comportamientos de pago.