La importancia de proteger la información que poseen las empresas con técnicas no rudimentarias como las que utilizaría una persona a nivel usuario.

Existen diferentes formas de almacenar y proteger datos, dependiendo de las  necesidades de cada usuario. Es muy importante tener claras las necesidades que se tienen y elegir correctamente aquello que será más beneficioso para nosotros y no guiarse por costes o ideas preconcebidas, por eso desde Replicalia se aconseja a sus clientes y se les guía hacia la mejor opción.

¿Copias, duplicas o replicas?

El simple hecho de copiar se reduce a tener una copia exacta de una información concreta, por si en algún momento sufre algún daño la original poder acceder a la copia. Está muy bien querer proteger la información original pero las empresas deben realizar copias de seguridad de forma menos rudimentaria de la que podría hacer una persona a nivel usuario, por ejemplo con la utilización de una memoria externa.

La técnica de la duplicación consiste en guardar solo una vez un archivo que previamente ha sido comprimido y en caso de querer acceder a sus datos se llega a través de un enlace que conduce directamente al archivo guardado. Este sistema consigue ahorrar costes en discos y cintas, técnicas que se han ido quedando obsoletas, y permite la rápida recuperación de la información. Resulta útil, por ejemplo, cuando una empresa envía un correo a todos sus trabajadores de 2MB, cuando cada usuario decida acceder al archivo duplicará la copia tantas veces como trabajadores haya en la empresa y como consecuencia consumirá un espacio innecesario, en cambio, si utilizase la técnica de la duplicación no sucedería.

Finalmente queda la técnica de la replicación que consiste en guardar datos entre dos o más servidores, permitiendo que la información esté almacenada en más de un sitio. Es muy práctico porque los datos están disponibles cuando es necesario hacer consultas globales y son de fácil y rápido acceso.

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