Ignacio Flores, presidente de Phycoelementa, explicó ayer en rueda de prensa que el futuro del campo almeriense pasa por la bioquímica, es decir, la química aplicada a la mejora de los cultivos, sin necesidad de modificaciones genéticas, para mejorar los suelos, la fertilización, la resistencia a las plagas y enfermedades, así como para nuevas fuentes de obtención de agua.
Ignacio Flores, presidente de Phycoelementa, explicó ayer en rueda de prensa que el futuro del campo almeriense pasa por la bioquímica, es decir, la química aplicada a la mejora de los cultivos, sin necesidad de modificaciones genéticas, para mejorar los suelos, la fertilización, la resistencia a las plagas y enfermedades, así como para nuevas fuentes de obtención de agua.
La empresa de base tecnológica trabaja en el desarrollo de abonos a través del uso de microalgas, entre los que destacan quelatos, "fáciles de preparar", lo que la convierte en una firma que comercializa "abonos a medida para cubrir las carencias de determinados cultivos", dijo Flores.
El siguiente paso son las micorrizas y tricodermas, bacterias y nemátodos microscópicos para contribuir al crecimiento de la lucha integrada, tanto en Almería como en el resto de zonas donde poseen clientes.
Ignacio Flores aseguró que ya están vendiendo productos en los términos municipales de Almería, Níjar, Adra y El Ejido, para cultivos de tomate, pepino, calabacín, pimiento y berenjena; "Primaflor utiliza nuestros biofertilizantes para sus cultivos de lechuga". También venden micorrizas para ajo y espárrago, como fertilizante, así como para el tomate canario y la huerta de Murcia y Navarra, además de que están haciendo pruebas para flor cortada. "La relación calidad-precio es competitiva, estamos haciendo ensayos en cultivos a petición de las empresas sin coste alguno", asegura.
Phycoelementa ya cuenta con presencia en Cuba, donde posee un proyecto para una planta de biofertilizantes. "En 2012 hemos tenido beneficios”.