Mucho se ha dicho últimamente acerca de los recortes, la subida del IVA y su repercusión en el sector de las artes escénicas. Sin embargo, lejos de dejarse abatir por las malas temporadas, el sector del espectáculo ya ha puesto en marcha nuevos sistemas de gestión independiente aternativos a la financiación estatal.
Tal es el caso de la compañía Guindalera, bajo la dirección de Juan Pastor y Teresa Valentín-Gamazo, que llega ahora a los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid, para representar La larga cena de Navidad y Odio a Hamlet hasta el 6 de enero de 2013.
Lejos de rebajar la calidad de sus propuestas escénicas en tiempos de crisis, Guindalera ha puesto en marcha dos modelos pioneros de financiación teatral: los llamados “Micromecenas” y la iniciativa “Apadrina una butaca”; que han conseguido mantenerles a flote. En 2012, la compañía traslada su programación a los Teatros que dirige Albert Boadella, donde el hito está representado desde el pasado miércoles por un pequeño guindo, superviviente del frío y las lluvias.
El público de Guindalera tiene la oportunidad de convertirse en micromecenas con pequeñas aportaciones (entre los 10 y los 500 euros) que ayuden a mantener vivo el teatro. Asimismo, la Asociación Cultural Escena Abierta (entidad sin ánimo de lucro que gestiona el teatro) propone a sus socios la posibilidad de adquirir por 100 euros sobres con 10 invitaciones, para uso propio o para compartir a lo largo de una temporada. La suma de estas aportaciones constituirá un fondo de ayuda para cubrir los gastos mínimos de mantenimiento, alquiler y gestión del espacio escénico.
Las guindas son el símbolo de la compañía Guindalera, que toma su nombre del barrio donde se encuentra su pequeña sala autogestionada. Con este gesto se sella una colaboración que supondrá el 40% de los ingresos anuales de Guindalera, además de la publicidad y exposición que supone representar en un teatro público del nivel de los Teatros del Canal.
Accede aquí al vídeo de Teresa explicando sus acciones de micromezenazgo.