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La llegada de los primeros fríos nos acerca a una gastronomía más elaborada, enriquecida con abundantes productos de temporada. Y qué mejor que acompañar estos platos más contundentes con unos vinos a la altura de las circunstancias.

El final de la época estival conlleva inexorablemente un cambio sustancial en el ritmo de vida y en los hábitos cotidianos. Ello incide también, como no podía ser de otra manera, en nuestra dieta. Pero el carácter cíclico de las estaciones hace que el Otoño no sea forzosamente sinónimo de melancolía, sino de esperanza. No implica despedida o renuncia, sino acogida y aceptación. La llegada de los primeros fríos nos acerca a una gastronomía más elaborada, enriquecida con abundantes productos de temporada. Y qué mejor que acompañar estos platos más contundentes con unos vinos a la altura de las circunstancias.

El vino es un alimento que se gesta durante los meses de verano y cuya vendimia, dependiendo del tipo de uva, las condiciones climáticas y la zona de producción, coincide con esta maravillosa estación. Así pues, ¿qué mejor que un buen vino para disfrutar del auténtico sabor del Otoño? Desde www.vinoole.com proponemos una selección de vinos que, en sintonía con los productos típicos de la cocina otoñal, personifican el espíritu de esta época del año.

Acompañar un plato tan representativo como son las setas resulta sencillo gracias a la riqueza enológica del país, si bien conviene estar atento al aroma como punto de partida para buscar la deseada armonía en la botella. Los expertos apuestan por los blancos fermentados en barrica, los espumosos estructurados y los tintos afrutados más bien ligeros. Un Castillo de Monjardín Chardonnay o un Palacio de la Vega Blanco, ambos con D.O. Navarra, maridan a la perfección. Riegue sus recetas micológicas con Peñas Negras Joven, con D.O. Utiel-Requena, y/o con Efe, con D.O. Valencia, ejemplos de vino tinto de una gama aromática que encaja con la textura suave de la mayoría de ellas.

La caza y las carnes de crianza (cerdo, cordero, ternera) adquieren un gran protagonismo durante el Otoño, proporcionando contundentes estofados y sabrosos guisos. Conviene distinguir entre las aves u otras carnes menos potentes, y las de caza mayor. Afirman los entendidos que las primeras ligan especialmente bien con tintos de reserva y gran reserva, pero no excesivamente potentes. Recomendamos los caldos procedentes de la D.O. Rioja, como el Granja Ntra. Sra. Remelluri Reserva, el Pueblo Viejo Reserva o el Martínez Lacuesta Reserva. Un Lan Gran Reserva o un Murua Gran Reserva son elecciones más que satisfactorias.

Disfrute el sabor del otoño.La caza mayor (jabalí, ciervo, venado, etc.) necesita vinos más potentes. La D.O. Ribera del Duero ofrece un sinfín de posibilidades: el Astrales Crianza, el Arzuaga Crianza y el Fuentespina Reserva, por ejemplo, garantizan una magnífica velada.

Por lo que respecta a pescados, Galicia proporciona acertados vinos de sus prestigiosas D.O., pero destacamos aquí el Murviedro Blanco y el Daniel Belda Crianza Chardonnay, ambos con D.O. Valencia.

Finalmente, los platos de cuchara, acompañados por una variada selección de verdura de temporada reclaman el tono reconfortante de tintos jóvenes o con un paso muy breve en madera, para mantener y ensalzar el sabor afrutado en contraste con estos platos de irrebatible sabor. Los estofados, dotados de mayor presencia cárnica, nos permiten aventurarnos en un territorio de mayor consistencia. Para ello sugerimos explorar las posibilidades de las D.O. Toro y Priorat: un Colegiata Joven o un Gran Cermeño Crianza para los primeros. Camins del Priorat y Cims de Porrera, este último para bolsillos más pudientes, para los segundos.

¿Cuál es vuestra selección ideal para esta época del año? ¿Qué vinos merecen, según vuestro criterio, el apodo de “espíritu del Otoño”?

Pau Vanaclocha para www.vinoole.com pauvancut@hotmail.com www.facebook.com/pau.vanaclochacutanda