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La necesidad de buscar maneras de trabajar más motivadoras para los niños fue una de las razones que hizo aparecer un nuevo enfoque del proceso de enseñanza-aprendizaje de la lectoescritura que aprovechar todos los conocimientos que ya tienen los niños.

Leer es un acto de razonamiento en el que el lector comprende e interpreta el significado de un texto a partir de sus conocimientos. Desde muy pequeños los niños están en contacto con el mundo escrito, lo que hay que aprovechar desde la escuela para facilitar a los niños el aprendizaje del proceso de la lectoescritura.

LEER Y ESCRIBIR: COMO LO HACEMOS? Hay varios métodos para llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje de la lectoescritura. Los niños acaban aprendiendo a leer y escribir con todos ellos, pero según el método usado podemos favorecer el proceso o frenarlo. Tradicionalmente se han usado diferentes métodos, con los que los niños tenían un papel pasivo, asimilando lo que el maestro iba enseñando y que la mayor parte de las veces no tenía nada de significativo para ellos, sino que estudiaba porque había un orden marcado (primero las vocales más fáciles y luego las consonantes). Métodos como el analítico que va introduciendo letra por letra de forma sistemática. El maestro dirige y los niños están pasivos, lo que hacen es aprender a decodificar de entrada, pero sin que lo que decodifican deba ser significativo para ellos. Los niños van haciendo discriminación de sonidos comenzando por las vocales (más sencillas), y hasta que no han trabajado algunas consonantes no se realiza la comprensión de lo que leen. Además, este modelo tiene una limitación de vocabulario.

La necesidad de buscar maneras de trabajar más motivadoras para los niños fue una de las razones que hizo aparecer un nuevo enfoque del proceso de enseñanza-aprendizaje de la lectoescritura que aprovechar todos los conocimientos que ya tienen los niños alcanzados incluso antes de llegar a la educación infantil, y que fueran significativos para ellos. Y nuestra sociedad tan llena de estímulos innovadores que resultan muy estimulantes para los niños, nos proporciona las herramientas necesarias para que la enseñanza sea más funcional y significativo, surgiendo así el enfoque constructivista del aprendizaje. Las características más importantes de este nuevo enfoque, son:

-Tenemos que partir de los conocimientos previos, es decir de lo que el niño sabe hacer. Deben plantearse actividades de motivación a partir de las cosas cotidianas de la vida en la escuela. Es muy importante la funcionalidad de la clase (rutinas) como la fecha, la observación de los tiempos, etc. -Debemos tener claro los objetivos, saber de dónde parte el niño y que queremos que alcance, por lo que deberemos tener en cuenta la zona de desarrollo próximo. O sea que no podemos poner un objetivo demasiado lejos de su zona de desarrollo. -El aprendizaje debe ser significativo, es decir, debe haber conexiones entre los aprendizajes que ya tenía alcanzados y los que va aprendiendo. También fomenta su curiosidad por nuevos aprendizajes y al ir conectando todo lo que paran a nuevas aplicaciones. -Funcionalidad de lo que aprenden. El aula es un espacio funcional que facilitan el aprendizaje significativo. -Os desde el inicio del proceso del lenguaje oral y el escrito respondiendo y estimulando las necesidades de los niños. Este enfoque constructivista está basado en las teorías de Piaget (en cuanto a la evolución cognitiva del niño en etapas evolutivas), Vigotsky (que da mucha importancia al medio donde el niño se desarrolla), Ausubel (habla del aprendizaje significativo, dando-le mucha importancia a los conocimientos previos) y Bruner que habla de los andamios (que son las conexiones entre aprendizajes) y, engloba todos los aspectos del proceso de enseñanza-aprendizaje, por lo tanto el aprendizaje de la lectoescritura también se trabaja desde esta perspectiva. Trabajando con el enfoque constructivista: -El niño es el que aprende, -El maestro entiende como el niño aprende, -El aprendizaje es significativo ya que tiene que ver con lo que ya sabe el niño, con fomentar su curiosidad por nuevos aprendizajes y al ir conectando todo lo que saben a nuevas aplicaciones, -El aula se convierte en un espacio funcional que facilita este aprendizaje, -Desde el primer momento se usa el lenguaje oral y escrito. Fases por las que pasa el niño durante el proceso de aprendizaje de la lectoescritura. Al comenzar a leer el niño no distingue todavía el valor de significación de las letras. No entiende que las letras tienen valor por sí mismas. Más adelante comprende que el texto se encuentra el nombre de los objetos de la imagen, pero el texto puede servir cada vez a una nueva imagen, es decir, no relaciona el significado y la palabra correspondiente. En un paso posterior, el niño mantiene el significado del texto. Sabe que las letras hablan de aquel objeto, y por lo tanto, el texto no puede servir para otra imagen. Relaciona el significante con el significado, pero aún no ha descubierto que el texto escrito está relacionado con los sonidos que se emiten cuando se habla. Conocer las letras pero no las relacionan con el lenguaje oral. Finalmente, los niños empiezan a atribuir parte de la emisión sonora en partes de la emisión gráfica. Empiezan a hacer corresponder lo que está escrito con lo que se dice. Los niños van descubriendo nuestro sistema de lectura: relacionan los sonidos con las grafías.