El Alzheimer afecta en la actualidad a más de 800.000 personas en nuestro país, número que crece exponencialmente de año en año hasta catalogarse como el tercer problema sanitario para los países desarrollados, según Sanidad. Sin embargo, “existen hoy muchas expectativas de hallazgos hechos públicos desde el ámbito científico”, señala el doctor Antonio Oliveros, neurólogo del Hospital Viamed Montecanal de Zaragoza.

Este especialista ofrecerá este jueves, día 20, una conferencia bajo el título “Nuevas armas contra un viejo enemigo: Avances en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad de Alzheimer”, que tendrá lugar a las 20.00 horas en la sala Bantierra, en el marco de las Aulas de Salud del Hospital Viamed Montecanal y la Policlínica Sagasta.

Según manifiesta el Dr. Antonio Oliveros, “en un plazo de menos de 10 años hemos pasado de no disponer de fármacos, ni siquiera a nivel experimental que trataran el proceso fisiopatológico de la enfermedad, a la presencia simultánea de múltiples ensayos clínicos en fase avanzada, con pacientes reales, para detener o incluso revertir el daño por la enfermedad”.

El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa, es decir, caracterizada por una pérdida gradual y progresiva de neuronas, destruidas por una sustancia que genera de forma anómala el cerebro, la proteína beta-amiloide. Este deterioro neuronal es el que da lugar a la característica pérdida de memoria y de otras funciones cognitivas. Como criterio operativo básico, se sigue manteniendo el concepto de considerarla la enfermedad de las cuatro Aes: amnesia (alteración de la memoria), afasia (alteración del lenguaje), apraxia (alteración en la capacidad de realizar actos motores con un propósito) y agnosia (alteración en nuestra capacidad de conocer y comprender el entorno), al que la investigación ha permitido añadir para su diagnóstico más precoz y más seguro lo que los investigadores conocen como “marcadores biológicos” de la enfermedad.

A día de hoy no existe una cura para la enfermedad de Alzheimer y los medicamentos en circulación sólo actúan para mitigar los síntomas. Sin embargo, el doctor Antonio Oliveros anuncia un cambio de tendencia. Según explica, “hasta la fecha, los tratamientos disponibles se centraban en pacientes que ya tenían una demencia para intentar ralentizar o minimizar sus consecuencias. En los últimos años la perspectiva ha cambiado, pues se conoce con mucha más precisión el mecanismo por el que se produce el daño cerebral. A partir de ese conocimiento, la nueva generación de tratamientos busca detener el daño antes de que produzcan esas consecuencias neuroquímicas que hasta ahora tratábamos. Por tanto, el objetivo actual es el desarrollo de fármacos que puedan detener la progresión de la enfermedad de Alzheimer antes de que sea una demencia”.

Asimismo, la búsqueda de lo que se ha dado en llamar una “vacuna” contra la enfermedad está centrando numerosos estudios por todo el mundo, cuyos resultados serán de gran trascendencia. “Sin duda, los avances tanto en tratamientos como en el diagnóstico precoz están siendo muy significativos”.

Una de las claves en la lucha contra el Alzheimer pasa por la detección precoz de la dolencia. Según el especialista, “con las técnicas disponibles hoy en día, es posible realizar un diagnóstico muy preciso de la enfermedad, con intervalos de confianza superiores al 90%. El diagnóstico precoz no cura la enfermedad, pero sí abre una puerta de esperanza al enfermo para tomar sus propias decisiones, al familiar para aprender a afrontar el problema y a la sociedad, para enfrentarse a tiempo a una situación que, de un modo u otro, nos afecta a todos”, afirma.