Un informe de EZVIZ, que coteja estudios internacionales institucionales y académicos con sus encuestas de satisfacción de clientes sostiene que en el 84% de los casos, una cámara de seguridad es suficiente para disuadir un intento de robo El gasto en domótica ha crecido un 18% en Europa, y la inversión en cámaras y seguridad se ha incrementado en un 13%. España es uno de los países que lideran esta tendencia con un incremento del 38%
Las cámaras de vigilancia y sistemas integrados de alarma domótica son eficaces y, seguramente, el principal elemento disuasorio para evitar hurtos y asaltos en el domicilio. Es la conclusión del informe que la firma especializada en gadgets para el hogar EZVIZ ha lanzado ahora que concluye la temporada vacacional, un periodo habitualmente más sensible a este tipo de delitos. Este estudio coteja diversos análisis y papers realizados por instituciones académicas como la Universidad de North Carolina en Charlotte, fuentes policiales, informes de los principales institutos para el marketing research y las propias encuestas de satisfacción de los clientes de EZVIZ. Estos demuestran tanto que las cámaras son eficaces, como que la inversión en este tipo de equipamiento para un hogar inteligente tiene una tendencia claramente alcista en nuestro continente.
El informe de la firma asiática concluye que los sistemas de seguridad para el hogar funcionan, que intimidan a los posibles ladrones y evitan los asaltos. Si bien las cifras sobre el grado de seguridad que otorgan estos gadgets varían, dependiendo de la fuente del estudio y su prevalencia geográfica, todos coinciden en la utilidad de estos sistemas. Hasta tal punto es así, que el último dossier sobre “Home Security” del Departamento de Estado Estadounidense asegura que el hecho de no tener algún tipo de cámaras o alarmas electrónicas instaladas en casa supone hasta un 300% más de probabilidad de sufrir un asalto. Si un análisis de la policía británica aseguraba que una simple cámara de seguridad domótica supone un decremento del 84% en las posibilidades de sufrir robos en el hogar.
Además, al menos en el 43% de los casos, la notificación de alarma de un sistema de vigilancia supuso que el asalto se abortase y concluyese sin daños para el propietario. En EEUU, considerando las alarmas registradas por la policía, esta fue capaz de responder en menos de 15 minutos en el 30% de activaciones de alarmas domóticas.
La tendencia alcista en la adquisición de este tipo de equipamiento para el hogar vendría asimismo a demostrar su eficacia. Los principales institutos en marketing research y estudios de consumo del mundo coinciden en que el gasto en electrodomésticos de gran consumo que potencian un hogar inteligente está creciendo, hasta un 18% en nuestro continente, con un 13% de incremento si consideramos específicamente las cámaras de seguridad. España es una de las regiones que lideran el consumo creciente en Smart gadgets para el hogar, con un 39% más de ventas si comparamos el periodo de enero a diciembre de 2018. Italia sería el segundo país en incremento con un 20%, frente a un 15% en Holanda, 7% en Francia, 3% en Alemania y 2% en Reino Unido, naciones en que la tecnificación del hogar está ya en una fase más desarrollada.
La integración con Alexa, el asistente para hogar de Google, se considera un valor muy relevante a la hora de adquirir estos productos, particularmente los de video y videovigilancia. (el portfolio de EZVIZ es compatible con este sistema)
¿Hay alguien en casa?
Que la práctica totalidad de robos en el domicilio ocurren cuando todos están ausentes es un dato que recalca EZVIZ, que cita el estudio de la Universidad de North Carolina que sostiene que el 80% de asaltos suceden cuando no hay nadie en casa. En este sentido, la correspondencia no recogida, luces apagadas en el interior de la vivienda e incluso postear fotografías en redes sociales de las vacaciones alientan a potenciales asaltantes en el hogar – tal como recalca la policía británica en una serie de estudios. Igualmente, el uso de sistemas de seguridad con audio bidireccional activo, resultan particularmente eficientes ya que hacen pensar a los asaltantes que sí hay alguien dentro del hogar.
Por lo demás, según indica un estudio del Departamento de Justicia Criminal y Criminología de la Universidad de Charlotte, un tercio de los criminales suelen documentarse sobre sus víctimas, con un análisis previo de sus rutinas (sobre todo de sus periodos de ausencia) y de la dotación -particularmente de los sistemas de protección- de su hogar. Si bien este periodo de planificación -según recalca esta fuente- suele durar poco, entre uno y tres días. Por su parte, el FBI asegura que dos tercios de los asaltantes conocen, al menos vagamente, a sus víctimas.
Asimismo, los estudios coinciden en que la gran mayoría de asaltos delictivos en un domicilio requieren un ingreso violento (el Departamento de Estado de EEUU cifra en un 95% este tipo de accesos violentos); y, de acuerdo con el informe de la Universidad de North Carolina, los accesos predilectos son ventanas más o menos resguardadas de la vista general (39,1% de los casos), puertas traseras (21,4%) y puertas frontales en el 15% de los casos.
Esto alienta a las instituciones policiales y de seguridad a recomendar la instalación tanto de cerrojos en ventanas y puertas como de mirillas y cierres inteligentes y sensores de movimiento en los accesos. En esta línea, los expertos en seguridad (tal y como publicaba The Guardian) recomiendan el uso de cierres cifrados, con código, ya que los cerrojos tradicionales resultan relativamente sencillos de franquear para ladrones experimentados.
El mes más seguro, por lo que se refiere a incidencia de incursiones de ladrones en los domicilios, es febrero. Así lo ratifican tanto el US Department of Justice, FBI como fuentes de la policía, mientras que los meses estivales (de Junio a Agosto) son los que suelen registrar más alarmas de robo, coincidiendo con las ausencias vacacionales de los propietarios de las viviendas.
Y un lugar común que se desmiente, la mayoría de asaltos, sucede a pleno día, con las horas de máxima incidencia entre mediodía y las 16 horas de la tarde, tanto en Europa como en Estados Unidos, de acuerdo con las fuentes cotejadas.
En cuanto a la cuantía normal que suelen suponer estos robos, que obviamente depende varía de los núcleos urbanos en que se realiza y de la tipología de vivienda, el Departamento de Seguridad de EEUU ha cifrado la media nacional en unos 2.416 dólares o, en otros términos y ponderando las diversas variables sobre el nivel económico de las víctimas, el equivalente a dos meses salariales del núcleo familiar que haya sufrido el asalto.