Durante la época estival, los hogares son especialmente vulnerables a ser víctimas de robos. Solo en 2018 se produjeron 107.012 robos con fuerza en domicilios españoles. Según indica el Ministerio del Interior, de ellos, 26.430 se produjeron en los meses de julio, agosto y septiembre. Por este motivo, se aconseja reforzar la seguridad y la protección en las casas con herramientas que permitan vigilarlas desde la distancia.
Además de las medidas básicas como alarmas, cerraduras y puertas blindadas o ventanas protegidas, ahora, la tecnología ofrece soluciones de domótica e Internet de las cosas que se presentan como aliadas en la protección del hogar y que son las protagonistas de las Smart Homes. A pesar de las facilidades que ofrecen estas nuevas herramientas para vigilar y proteger las casas aún estando fuera de ellas, presentan un nuevo punto de vulnerabilidad: las amenazas digitales.
Los expertos de tecnologías del hub de conocimiento digital The Valley han analizado algunas de las posibilidades y obstáculos que se deben tener en cuenta para lograr hogares inteligentes, eficientes y seguros.
Sistemas de vigilancia que permitan ver la casa en tiempo real
Para resguardar los hogares ante ladrones que puedan violar la propiedad privada, se hacen necesarios nuevos métodos de protección. Ahora, los sistemas más novedosos permiten vigilar en tiempo real y a través del móvil las imágenes de todas las estancias del hogar simplemente instalando cámaras en las zonas que se desea vigilar. Anteriormente este sistema de protección era muy costoso y requería instalaciones complicadas, pero cada vez existen más proveedores que ofrecen sistemas de vigilancia completos, fáciles de instalar y a precios asequibles.
Engañar a los ladrones mediante el control de luz, persianas y televisión
Una razón por la cual los robos en domicilios aumentan en verano es por las largas ausencias de sus habitantes. Por eso, un factor para evitar ser víctima de robos es engañar a los posibles intrusos haciéndoles pensar que la vivienda está habitada. Algunas posibilidades que aporta la tecnología con este objetivo incluyen: controlar la luz desde el móvil y encenderla durante algunas horas en la noche, abrir y cerrar las persianas en momentos puntuales durante el día e, incluso, encender el televisor para originar ruido proveniente del hogar.
Sensores de movimiento y alarmas con reconocimiento facial
Los sensores de movimiento son dispositivos que se colocan generalmente en los alrededores y en el interior de las casas permitiendo identificar cualquier movimiento sospechoso. Su objetivo principal es el de asegurar las viviendas ante posibles intrusos, pero también se utilizan para funciones de iluminación automatizada o climatización de las estancias. Existen también algunos sistemas de seguridad que engloban cámaras de seguridad con detectores de movimiento y sensores de contacto que avisan si se abre una ventana o una puerta de forma inesperada, ofreciendo un control completo de la seguridad del hogar desde el móvil.
Además, las alarmas que funcionan mediante el reconocimiento facial o de la huella dactilar gracias a un terminal biométrico facial, también están ya disponibles para instalar en las casas, dificultando la entrada de los intrusos y facilitando la protección y vigilancia del hogar para los propietarios, sin necesidad de recordar largas contraseñas.
Las smart homes también son víctimas de los ciberdelincuentes
A pesar de todas las herramientas tecnológicas que existen para proteger las casas ante ataques físicos, también se debe tener en cuenta que la domotización expone a los hogares ante riesgos tecnológicos que podrían facilitar a los atacantes el control de los distintos dispositivos conectados y el acceso tanto a las instalaciones físicas como a los servidores online de los hogares. Por eso, existen algunas medidas que se pueden tomar para proteger las smart homes ante posibles ataques: mantener los dispositivos actualizados con los sistemas operativos más recientes; instalar software antivirus en los diferentes dispositivos conectados; configurar un firewall en la red para protegerse ante amenazas; utilizar el factor de doble autentificación en las cuentas online, entre otras. Además, es importante asegurarse de que la red de wifi de tu casa es privada y de que la contraseña es lo suficientemente fuerte. Lo ideal sería establecer una red de conexión de invitados en el router evitando compartir la red privada con invitados. Igualmente, es recomendable configurar las opciones de seguridad de los dispositivos antes de conectarlos para comprobar que están activadas todas las opciones posibles para su protección.