Muchos inversores se han visto obligados a derivar sus inversiones a productos con un mayor riesgo del que obtenían en productos afectados por estas bajadas de los tipos, como son los depósitos y la renta fija, derivando sus ahorros a productos como renta variable o fondos de diferentes formatos y exposiciones, quedando muchos inversores conservadores muy expuestos a la evolución de los mercados.
Esta exposición también afecta a los inversores profesionales que compensan las volatilidades en activos con una rentabilidad mucho más baja que las inversiones bursátiles.
Por tanto, el reto ha sido encontrar inversiones que ofrezcan un ratio rentabilidad/riesgo que merezca la pena y además cuenten con una liquidez razonable y con una inversión mínima que no sea excesiva. Inversiones en activos inmobiliarios o en desarrollos energéticos como plantas fotovoltaicas, pueden presentar ratios de rentabilidad/riesgo muy razonables, pero por otro lado requieren invertir unas cantidades muy por encima de la mayoría de los inversores. Se podría recurrir a fondos que tomen posiciones en este tipo de sectores, pero en este caso de los fondos cotizados se vuelve a encontrar con el inconveniente de estar expuestos a la volatilidad de los mercados y además tener que asumir unos costes de gestión y comercialización.
Este tipo de inversión donde se obtenga una buena relación rentabilidad y riesgo, que no requieran inversiones elevadas, con liquidez razonable y se pueda diversificar, muchos la han encontrado en las inversiones alternativas por crowdlending y en concreto a través del crowdfactoring, producto al que se puede acceder a través de plataformas como MytripleA.
En qué se invierte
El inversor adquiere derechos de cobro de una factura de la cual una empresa quiere adelantar el cobro de la misma. De esta forma, el inversor obtiene una rentabilidad a cambio a corto plazo, y la empresa un servicio de factoring donde consigue adelantar el cobro de las facturas de sus clientes.
Rentabilidad
El inversor recupera su capital y el interés generado al vencimiento de la operación. En 2018 este activo generó en MytripleA una rentabilidad neta de 4,44% TAE. Entre Enero-Mayo de 2019 la rentabilidad se ha situado en el 4,71% TAE.
Seguridad
MytripleA factoring ha incorporado las siguientes medidas de seguridad para el inversor:
- Cesión global: La empresa cede todas las facturas de su deudor, no solo las facturas de las que solicita el anticipo. Esto permite tener una visibilidad de la relación real entre la empresa que cede sus facturas y sus pagadores.
- Seguro de Crédito y Caución: Gracias a este seguro el riesgo de insolvencia del deudor de la factura es cubierto por esta aseguradora. El importe invertido por el inversor se fija de tal manera que tanto el capital invertido como los intereses sea cubierto al 100% por Crédito y Caución.
- Verificación de las facturas: En la mayoría de los casos se realiza una verificación de las facturas antes de la financiación, siendo el pagador de las mismas quién verifica que la factura es correcta. Esta verificación queda registrada en un tercero de confianza (Logalty).
Hay que tener en cuenta que no todas las medidas de seguridad son aplicadas a todas las facturas, aplicándose las mismas en función de la previa evaluación del riesgo cedente y riesgo deudor de cada operación.
Importe a invertir: El importe mínimo a invertir en muy reducido, pudiendo invertir en este producto desde 50€.
Diversificación: Dado el bajo importe mínimo de inversión, los inversores pueden diversificar su cartera en diferentes operaciones sin esfuerzo ya que se ponen a disposición de los inversores nuevas facturas constantemente.
Liquidez: El periodo de recuperación del capital invertido y los intereses es, de media, 90 días. Esto significa que cada 90 días aproximadamente el inversor recupera su dinero más los intereses generados, pudiendo reinvertirlo o retirarlo sin coste.
Añadir que el registro es gratuito y no se cobran comisiones a los inversores.