Ser mujer en un entorno masculinizado como el del motor no ha sido, ni es, una tarea fácil
El sector del motor se ha asociado, desde sus inicios, con la masculinidad. Aunque muchas mujeres hayan destacado en el automovilismo, sus aportaciones han sido, históricamente, invisibilizadas. Es el caso, por ejemplo, de Bertha Ringer, cuyo espíritu emprendedor fue determinante para que el ingeniero Karl Benz se erigiese como el inventor del primer vehículo con motor de gasolina de la historia. Ringer, que después de casarse seria conocida como Bertha Benz, fue la primera persona, en 1888, en conducir un coche a larga distancia, recorriendo, desde Manheim hasta su pueblo natal, Pforzheim, un trayecto de unos 200 quilómetros de distancia.
A finales del siglo XIX, otra mujer, la americana Genevra Delphine, despuntó al volante con un Locomobile por las calles de Nueva York. Delphine se convirtió en la primera mujer piloto. También tuvo un carácter pionero Clärenore Stinnes, la primera persona en dar la vuelta al planeta en un automóvil. En el ámbito de los deportes de motor, también son relevantes los nombres de María Teresa Filippis, que durante los años cincuenta compitió en la Fórmula 1, conduciendo un fantástico Maserati rojo, o Jutta Kleinschmidt, ganadora del Rally Dakar en el año 2001.
La cofundadora i directora internacional de Gama Clásica, Noèlia Solé, también cita el caso de Dorothy Levitt, la mujer que inventó el espejo retrovisor. Todos estos ejemplos, tal y como señala Solé, demuestran que “la mujer ha sido y es protagonista del mundo del motor, pero que siempre ha quedado relegada en un segundo plano”. No obstante, Solé considera que en los últimos años se ha empezado a mejorar, en esta cuestión.
Según Solé, ser mujer en un entorno masculinizado como el del motor no ha sido, ni es, una tarea fácil, aunque la presencia femenina sea cada vez más significada, tanto en el mundo de la competición como en otros ámbitos como la ingeniería o los negocios. “El siguiente paso es ofrecer una mayor visibilidad al papel de la mujer, tanto en el motor como en en otros sectores”, asegura Solé, que concluye: “Hay mujeres que han hecho, están haciendo y harán historia. Nos queda mucho camino por recorrer, pero conseguiremos demostrar, con talento, esfuerzo y liderazgo, que el motor también es cosa de mujeres”.