El frigorífico es el electrodoméstico que más gasto representa, hasta un 18%, no tanto por su potencia sino porque está en funcionamiento las 24 horas del día. Aunque no todos los hogares cuentan con ella, la secadora se posiciona como otro de los electrodomésticos de mayor consumo
La factura de la luz, junto a la del agua y el gas, es uno de los gastos fijos a los que deben hacer frente todas las familias. Según datos de Gana Energía, startup comercializadora independiente de electricidad que ofrece energía 100% renovable, del total de la factura de la luz, prácticamente la mitad, el 44%, corresponde al gasto originado por los electrodomésticos.
En este sentido, el frigorífico se posiciona como el aparato básico y necesario en cualquier hogar que mayor gasto representa: el 18% de ese 44%. Este consumo viene dado, no tanto por la potencia -un secador tiene más- sino porque necesita estar en funcionamiento las 24 horas del día.
Sara Moreno Chennane, responsable del Área de Comunicación y Marketing de Gana Energía señala que “en ocasiones no somos conscientes de que pequeños gestos pueden suponer un ahorro importante de la factura. En el caso del frigorífico, por ejemplo, evitar abrir y cerrar la puerta continuamente, introducir alimentos calientes o descongelar el congelador periódicamente puede ayudarnos a reducir su gasto”.
Gasto por tipo de electrodoméstico
Aunque depende del tipo de electrodomésticos, el tipo de vivienda, la familia y sus costumbres, en términos generales, los electrodomésticos que mayor gasto representan, después del frigorífico son:
La lavadora: puede alcanzar hasta el 12% del total de gasto de los electrodomésticos. Para conseguir reducirlo, desde Gana Energía recomiendan esperara a ponerla hasta que esté llena o, si el aparato lo permite, optar por programas que se adapten la carga real. Lavar en frío puede reducir el consumo hasta en un 80%.
La TV: dependerá, entre otros aspectos, del tamaño de la pantalla, las horas que está en funcionamiento o de si usa o no tecnología LED, pero en términos generales puede suponer también alrededor de un 12% del gasto total por electrodomésticos. “Hay que tener en cuenta que podría ser mucho menos, pero casi todos tendemos a mantener la televisión siempre conectada o en standby” apunta Moreno.
El horno: se trata de uno de los electrodomésticos de mayor consumo aunque es cierto que, en la mayoría de los hogares, se usa de manera más esporádica. El gasto puede llegar a representar entre el 8 y el 9% y para minimizarlo es importante no abrir la puerta durante el proceso de preparación o apagarlo un poco antes para terminar de cocinar con el calor que guarda.
La placa de cocina: variará en función de si es vitrocerámica o inducción. En el segundo de los casos, el consumo puede ser entre un 30% o 40% menor. Sin embargo, hay pequeños trucos como apagar la vitrocerámica antes de tiempo, tal y como ocurre con el horno.
Lavavajillas: aunque se trata de un electrodoméstico eficiente, puede representar sobre un 6% del gasto de los electrodomésticos. Para poder reducir este consumo, se deben seguir algunas recomendaciones como utilizarlo siempre a su máxima capacidad o utilizar programas de media carga; utilizar programas ECO y evitar los programas intensivos.
Microondas: una de sus principales ventajas es la rapidez, lo que lo convierte, en muchas ocasiones, en la alternativa al gasto que puede suponer encender una vitrocerámica para calentar algo. Se trata de un electrodoméstico eficiente, pero al estar siempre encendido, su gasto puede representar alrededor de un 7%.
La secadora: aunque no sea habitual en todas las viviendas, se trata de uno de los electrodomésticos que más consume y que puede representar un alto porcentaje del gasto.
“La cantidad de electrodomésticos que hay en una casa y el uso que se les da es importante a la hora de determinar la potencia eléctrica que se contrata. Hay viviendas que, por desconocimiento, tienen contratada mayor potencia que la que necesitan realmente por lo que, ajustando la potencia a la realidad, su factura podría verse reducida. En el caso contrario, si se tiene contratada menor potencia de la que se necesita, lo que ocurrirá es que se saltará el ICP (el interruptor que desconecta la instalación eléctrica)” aclara Moreno.