El mercado secundario de entradas actúa como servicio al cliente para aquellos usuarios que necesitan vender una entrada, conseguir una ya agotada o planificar un viaje cultural. "Es un servicio necesario para los usuarios, ya que ayuda a planificar y resolver problemas relacionados con las entradas", afirma María Requena, Presidenta de la Asociación Nacional de Ticketing, ANATIC
Los promotores de eventos culturales suelen abrir la venta de entradas con bastante antelación, lo que complica confirmar la asistencia al evento. Asimismo, las cancelaciones y cambios de fechas de los artistas perjudican la planificación de los usuarios, que tienen la necesidad de vender sus entradas. “El mercado secundario de entradas les ayuda a resolver su problema ofreciéndoles plataformas en las que pueden vender de forma sencilla y segura sus entradas”, asegura Requena.
Por otro lado, las agencias ayudan a sus clientes a viajar con facilidad, planificando sus eventos culturales con antelación sin necesidad de que estén pendientes de la venta de entradas. También ayuda a usuarios que no tienen conocimiento para realizar compras telemáticamente o que encuentran dificultad para comprar las entradas en el horario de lanzamiento. Además, “el servicio del mercado secundario de entradas aparece de nuevo cuando los tickets se agotan en el mercado primario, posibilitando a los usuarios conectar a usuarios que pueden vender y comprar las entradas deseadas”.
Sobre ANATIC ANATIC nació en 2017 de la mano de 20 empresas entre las que se encuentran plataformas de intercambio de entradas, agencias y empresas de gestión de eventos. Se constituyó con el fin de profesionalizar y regularizar el sector del mercado secundario de entradas, luchando porque en el sector no se tenga mala praxis con abusos, estafas ni otros inconvenientes, defendiendo unos estándares de calidad y servicio al cliente imprescindibles y que todas las empresas puedan tener las mismas oportunidades. “Desde la asociación entendemos el mercado secundario de venta de entradas como un servicio que precisa de unos mínimos de calidad y garantía, así como de un marco normativo que nos permita ejercer la actividad con seguridad y precisión”.