Tras el resultado del referéndum de 2016 sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea, han surgido numerosas especulaciones en relación a sus consecuencias para los ciudadanos británicos y europeos que, por ocio o trabajo, visitan regularmente las islas británicas
En Esedigital, como expertos del sector travel, han realizado un estudio cuyo objetivo es identificar las principales consecuencias que podrían afectar a los viajeros cuando el Brexit entre plenamente en vigor.
No obstante, y antes de entrar en las diferentes problemáticas que identifican los profesionales del sector, cabe destacar que según el Barómetro Europeo de Viajes de Empresa 2018 elaborado por American Express Global Business Travel, el 60% de las más de 1000 empresas participantes en el estudio considera que el Brexit "no ha tenido ningún tipo de impacto en la industria europea del business travel".
Consecuencias para el Viajero comunitario Una de las consecuencias que surgen al realizar un análisis de los impactos potenciales del Brexit en los viajeros comunitarios es la posible variación en los precios de los vuelos. Easy Jet y Ryanair, compañías líder en el sector del Low Cost, podrían verse abocadas a repercutir sus sobrecostes en los precios de los billetes. De hecho, el pacto 'open skies' de 1997 que establece que cualquier compañía puede desplazarse de forma libre por los cielos de la Comunidad Europea, ha provocado un drástico descenso del 40% en los precios de los vuelos mientras ha impulsado un crecimiento del 180% en el número de rutas disponibles. Evidentemente, la implementación del Brèxit y una eventual ruptura de ese pacto por parte del Reino Unido, podría afectar a esta tendencia y traducirse en un aumento vertiginoso de los precios.
Otra cuestión muy a tener en cuenta siempre en relación con el precio de los vuelos es, como afirma Jeremy Quek, Principal Air Practice Line Lead de American Express Global Business Travel, el probable éxodo de compañías que querrán realojar parte de sus sedes en la UE. Reuters vaticina que estos cambios operativos pueden traducirse en el desplazamiento de 10.000 trabajadores del mundo de las finanzas, y UBS afirma por su parte que el 15% de las compañías de la eurozona planea mover sus sedes y sus trabajadores fuera del Reino Unido después del Brexit. Todo este movimiento de sedes y operaciones impactará necesariamente sobre los flujos de viaje al Reino Unido y aumentará la demanda de vuelos, lo que, en definitiva, encarecerá aún más los precios.
Además, existen otros ámbitos dónde también puede haber una variación en los precios como por ejemplo en los servicios de telefonía. Actualmente no disponen de información para realizar una predicción fidedigna pero, al salir de la UE, usar un dispositivo móvil en el Reino Unido podría salir tan caro como cuando se viaja a cualquier otro país extracomunitario. (Dos ejemplos de operadores españoles: Yoigo llamadas 2,54 €/MIN IVA INCL. - SMS 36,30 CENT IVA INCL. Movistar: establecimiento de llamada: 1,8150 € + 1,8150 €/min – sms 0,7260 €/SMS).
También hay aspectos de coberturas a tener en cuenta. Por ejemplo, los viajeros comunitarios que se desplazan a Reino Unido tienen actualmente solucionado cualquier problema sanitario bajo el paraguas del European Health Insurance Card (EHIC). El Brexit podría significar la necesidad de tener que contratar un seguro de salud adicional al igual que cuando se viaja a EEUU o a cualquier otro país donde no existe convenio. Los costes de los seguros médicos de viaje varían ostensiblemente si se trata de viajes de empresa, de estudios o de ocio. Tras varias simulaciones se puede establecer que un seguro de viaje que incluya asistencia sanitaria podría oscilar entre los 18€ (RACE) y los 28€ (ZURICH) semanales.
Consecuencias para el Viajero británico Sin embargo, las consecuencias del Brèxit no solamente impactarían al viajero europeo, sino también al británico. Un primer aspecto que ya se ha podido constatar es la depreciación del valor de la Libra desde el resultado del referéndum de 2016. Esta variación se ha traducido en un descenso en Reino Unido de un 4% en el último trimestre de 2017 en lo que se refiere a viajes de negocios y corporativos. No obstante la desconfianza del viajero de negocios no parece que haya afectado al turismo en general, que al revés, creció notablemente en destinos como Londres (un 21% según datos del Office of National Statistics difundidos por Amexglobalbusinesstravel.com).
Este incremento del turismo en un contexto post-Brexit también podría traducirse en algunos inconvenientes sobre todo en cuanto a colas y colapsos en los aeropuertos por el aumento de entradas de ciudadanos no británicos. Y no solamente se refieren a posibles controles más exhaustivos, sino que es probable que el carril de 'vía rápida' en las aduanas se convierta en algo exclusivo para los titulares de pasaportes británicos mientras que los ciudadanos comunitarios tendrán que engrosar la cola de todos los demás ciudadanos no británicos.
Además, los ciudadanos británicos que entran en Europa se verán también afectados por los controles de pasaportes y la eliminación de 'vía rápida', que probablemente se traducirá en retrasos y estancias más largas en los aeropuertos. Por otro lado, según el programa ETIAS que entrará en vigor en 2020, los viajeros británicos deberán asegurarse de que haya al menos tres meses adicionales antes de que expire su pasaporte para poder viajar a la UE, o arriesgarse a ser rechazados en el control fronterizo. También existe una cláusula propuesta en ETIAS por la que un pasaporte 'emitido más de 10 años antes' podría no ser aceptado. Los pasaportes británicos tienen una validez de 10 años y nueve meses, lo que significa que algunos pasaportes con hasta nueve meses de validez podrían ser rechazados como documento de viaje.
Actualmente, los ciudadanos británicos también tienen libertad de movimientos en la UE con la simple presentación de su pasaporte, pero esto podría no seguir siendo así. Los ciudadanos del Reino Unido, una vez adheridos al Brexit, podría ser tratados con el 'Thirt country' Status y no tener derecho de admisión automática. Se especula además que con la entrada en vigor en 2020 de la futura European Travel Information Authorisation System (ETIAS) podría implementarse una tarifa de 5 euros para cada viajero británico por entrar en la UE.
Otro sector que podría ver sus precios incrementados en el Reino Unido es el hotelero. La incertidumbre sobre el futuro de los trabajadores europeos en el sector hotelero está aumentando y preocupa a numerosos expertos en el Reino Unido. Una reducción de esta mano de obra especializada sería letal para un sector en el que, según un informe de KPMG basado en una encuesta de miembros de la Asociación Británica de Hostelería, una cuarta parte de los 3 millones de trabajadores son comunitarios. Si esta masa laboral de trabajadores europeos abandonara el Reino Unido el sector debería solventar la falta de demanda aumentando los sueldos para hacerlos atractivos a los trabajadores locales, lo cual se repercutirá en los costes finales de las habitaciones de hotel y servicios relacionados.