Todos habremos visto o experimentado alguna vez esa sensación de optimismo peliculero que, ya a las vísperas de Diciembre, parece extenderse por las calles de casi cualquier lugar conocido y por conocer. Se trata de un ambiente de optimismo creado a propósito para adornar las fechas navideñas con sonrisas que parecen torcerse de nuevo nada más comenzar el año nuevo y el frío mes de enero. Pero entonces… ¿en dónde reside nuestra coherencia y nuestra sinceridad?