La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte de los peligros de usar calzado de mala calidad con los niños. Recuerdan que es básico que el zapato sea del número adecuado ya que, si es demasiado pequeño, impedirá al pie desarrollarse bien provocando problemas como callos, juanetes o dedos en martillo. Si es grande, el pie flotará y se pueden producir ampollas, torceduras o caídas por la falta de sujeción