La crisis sanitaria de la COVID-19 ha desplazado la importancia de los idiomas en las ofertas laborales a un segundo plano, lo que ha provocado un descenso de más de 21 puntos porcentuales en su presencia en las vacantes. Ahora, solo el 12,6% de las ofertas laborales exige conocer una segunda lengua, el dato más bajo de -al menos- los últimos doce años