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Serenae recuerda que muchas empresas cuentan con sistemas de respaldo energético, pero carecen de redundancia en comunicaciones, el verdadero punto débil durante un apagón general

La amenaza de nuevos apagones generales en España vuelve a situar el foco en la vulnerabilidad de las infraestructuras críticas. Red Eléctrica alertó el pasado 9 de octubre del riesgo de cortes generalizados de suministro debido a problemas graves en el control de tensión de la red, una situación que reaviva el recuerdo de los apagones recientes que paralizaron la actividad de cientos de empresas y servicios esenciales.

A diferencia de los cortes programados por zonas —que se anuncian con antelación y permiten tomar medidas—, los apagones generales ocurren sin previo aviso y pueden afectar simultáneamente a amplias regiones del país, dejando a organizaciones enteras sin capacidad de reacción.

Hoy en día, la actividad económica depende de forma crítica de la conectividad: sistemas de producción automatizados, transacciones bancarias, operaciones logísticas, terminales de venta (TPV), comunicaciones corporativas o centros de control remotos requieren conexión constante para seguir operativos. Cuando la electricidad o las redes basadas en fibra o 4G/5G fallan, la actividad se detiene.

El verdadero punto débil: las comunicaciones Muchas empresas ya disponen de sistemas de suministro de energía alternativos como grupos electrógenos, baterías o SAI, precisamente porque el suministro eléctrico es crítico para su actividad. Sin embargo, carecen de redes de respaldo de comunicaciones. Aunque consigan mantener el suministro eléctrico durante un apagón general, pierden las comunicaciones, el acceso a los servicios que tienen en la nube, las herramientas de facturación, los sistemas de gestión empresarial y la conexión con clientes y proveedores.

A diferencia de la fibra o las redes móviles, que dependen de infraestructuras terrestres vulnerables ante cortes eléctricos generalizados, la conexión satelital no depende de tendidos físicos ni torres de comunicación. Por eso, el satélite es la única tecnología que permanece activa durante un apagón general cuando se combina con un sistema de respaldo energético.

Ante este escenario, Serenae, operador español especializado en comunicaciones satelitales, ofrece una solución de continuidad operativa basada en dos capas: conectividad profesional por satélite para garantizar la comunicación incluso cuando las redes terrestres colapsan, y para aquellas empresas que aún no disponen de sistemas de suministro eléctrico alternativo, Serenae facilita sistemas de baterías que garantizan el funcionamiento 24 horas, asegurando que la red satelital permanezca operativa incluso en caso de cortes prolongados del suministro.

"El riesgo ya no es solo quedarse sin Internet, sino detener completamente la actividad económica. Cada vez más organizaciones entienden que la continuidad operativa es una prioridad estratégica", afirma Rodrigo Ladrón de Guevara, CEO de Serenae. "Nuestra tecnología permite mantener la conexión incluso durante un apagón general, garantizando que ninguna empresa tenga que parar por una caída de red o un corte eléctrico generalizado".

Sectores críticos ya refuerzan sus comunicaciones para no detener su actividad La adopción de sistemas de respaldo satelital está creciendo especialmente en sectores donde detener la actividad no es una opción. Serenae está desplegando soluciones de continuidad operativa en empresas de logística y distribución, que necesitan mantener conectados centros de transporte y trazabilidad de mercancías incluso ante un corte eléctrico. También en retail y comercio, donde grandes cadenas y supermercados ya sufrieron apagones que dejaron inoperativos sus terminales de pago (TPV) durante horas, generando grandes pérdidas económicas.

El ámbito sanitario es otro de los entornos prioritarios. A través de una solución conjunta con Comitas eHealth, Serenae está garantizando conectividad continua en residencias de mayores y consultorios médicos rurales, asegurando la comunicación de urgencias y sistemas de teleasistencia incluso en zonas donde la red tradicional es inestable.

El uso de respaldo satelital se está extendiendo también a industria, energía y agroindustria, donde la monitorización remota, sensores IoT o sistemas SCADA dependen de conexión permanente para funcionar. Además, diversas administraciones públicas y equipos de emergencias están incorporando esta tecnología para asegurar comunicaciones en situaciones críticas o incidentes climáticos extremos.

Prevenir antes de que ocurra: la estrategia más rentable Por unas decenas de euros al mes en conectividad satelital, las empresas pueden proteger producciones y facturaciones valoradas en miles de euros que se pierden en apenas unas horas sin conexión. A esto se suman las consecuencias indirectas: pérdida de reputación, caída de la productividad y deterioro de la confianza por parte de clientes y proveedores.

La compañía insiste en que la preparación es la mejor estrategia. "Los apagones generales no son una hipótesis, ya han ocurrido", recuerda Ladrón de Guevara. "De la misma forma que protegemos nuestros equipos con sistemas de seguridad física, necesitamos una red que nos proteja frente a la desconexión digital. Esa es nuestra misión: que ni las empresas ni las familias se queden aisladas cuando todo falle".