El nuevo proyecto de investigación da continuidad a SoC4CRIS, pionero en el diseño de un chip complejo en Euskadi basado en arquitectura RISC-V, tecnología promovida en Europa para aumentar la soberanía tecnológica en el sector frente a otros componentes
SoC4CRIS-II busca ahora integrar visión artificial, comunicaciones híbridas y capacidades de resiliencia, apostando por semiconductores fabricados en Europa.
Se pretende que con el desarrollo se consolide su papel en el mapa europeo de la microelectrónica y fomentando su autonomía tecnológica en el ámbito de fabricación de semiconductores.
Euskadi sigue avanzando en su estrategia de liderazgo en microelectrónica con el lanzamiento de SoC4CRIS-II, un ambicioso proyecto de investigación que busca desarrollar chips avanzados y resilientes para aplicaciones críticas en sectores como la energía, la industria o el espacio.
La iniciativa se enmarca en el programa de ayudas Elkartek del Gobierno Vasco y está liderada por el grupo de investigación en electrónica aplicada APERT de la Univeridad del País Vasco (EHU), junto a los centros tecnológicos CEIT, Tekniker, Ikerlan y Tecnalia, la empresa Connect Group y el clúster GAIA-BMH.
SoC4CRIS-II toma el relevo del proyecto SoC4CRIS, que permitió diseñar en Euskadi por primera vez un chip complejo basado en arquitectura abierta RISC-V, integrando comunicaciones industriales, visión artificial, inteligencia artificial y seguridad funcional.
Los logros de la primera fase incluyen, asimismo, 12 publicaciones científicas internacionales, 3 contratos de transferencia tecnológica con empresas y un proyecto de empresa de base tecnológica (EBT). El prototipo sirvió asimismo como plataforma para formar a equipos locales en flujos de diseño de microelectrónica avanzada, en colaboración con el laboratorio RAL de Oxford. "Estos hitos han consolidado la capacidad de Euskadi en el ámbito de la microelectrónica y evidencian la necesidad de seguir investigando para alcanzar tecnologías más maduras y competitivas, que preparen al ecosistema vasco para competir en un mercado global altamente especializado", subrayan desde el consorcio.
Estos objetivos se materializan en la segunda fase del proyecto. "Con SoC4CRIS-II damos un salto hacia la generación de nueva actividad económica basada en la microelectrónica, reforzando nuestra autonomía tecnológica y aportando soluciones de alto valor añadido a sectores estratégicos de Euskadi y de Europa", destaca Armando Astarloa, catedrático laboral de la EHU y coordinador del proyecto.
Objetivos clave de SoC4CRIS-II Esta segunda fase, informan, representa un salto cualitativo, con el foco puesto en:
Diseño en nodos avanzados (22 nm), con fabricación en fundiciones europeas como Global Foundries (Alemania), para chips más integrados, eficientes y potentes. Arquitecturas resilientes frente a radiación cósmica, una capacidad crítica para dispositivos espaciales y cada vez más demandada en aplicaciones terrestres de alta fiabilidad. Coprocesadores de visión artificial, que facilitarán el procesado de imágenes y vídeo en tiempo real para entornos industriales. Procesadores sincronizados a nivel sub-nanosegundo, que abrirán la puerta al análisis cuántico distribuido y a nuevas formas de comunicación híbrida convencional-cuántica. Nuevas técnicas de montaje y validación de chips en placas electrónicas, especialmente orientadas al sector aeroespacial, reforzando la transferencia de la investigación al mercado.Autonomía tecnológica SoC4CRIS-II se alinea con la estrategia del Basque Microelectronics Hub (BMH), que coordina y potencia la actividad en microelectrónica en la comunidad autónoma vasca, con el objetivo de reforzar la autonomía digital y reducir la dependencia exterior en un contexto global de escasez de componentes. El proyecto está, además, plenamente alineado con el European Chips Act, que busca que Europa produzca el 20% de los semiconductores mundiales para 2030.
Su fuerza reside en la complementariedad de sus socios:
La EHU aporta investigación universitaria puntera. Los centros tecnológicos desarrollan soluciones aplicadas. La empresa Connect Group incorpora visión industrial. El clúster GAIA-BMH conecta los avances con el mercado y la industria vasca.Esta colaboración público-privada permite, por tanto, avanzar hacia un ecosistema competitivo en microelectrónica, con capacidad para diseñar, validar y transferir al mercado chips de nueva generación: "Con SoC4CRIS-II, Euskadi da un nuevo paso en la creación de un ecosistema competitivo en microelectrónica, capaz de desarrollar chips resilientes y avanzados para sectores críticos, consolidando su papel en el mapa europeo de la microelectrónica. El proyecto no solo refuerza la soberanía tecnológica regional, sino que abre nuevas oportunidades de negocio y empleo cualificado en un sector estratégico para la economía del futuro", concluyen.