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La startup barcelonesa Equito ha celebrado haber conseguido más de 100 propiedades tokenizadas, 22M€ bajo gestión y prepara una nueva ronda de financiación respaldada por fondos de venture capital

La revolución en la inversión inmobiliaria ya está en marcha. Equito, la startup barcelonesa de rápido crecimiento que está redefiniendo cómo invierten los europeos en inmuebles, ha anunciado dos hitos clave: la aprobación de su primera emisión supervisada bajo la nueva regulación europea y la preparación de una nueva ronda de financiación respaldada por fondos de venture capital y family offices especializados en fintech, proptech y activos digitales.

Este doble movimiento consolida a Equito como pionera en el ecosistema regulado de inversión inmobiliaria digital en Europa y marca el inicio de una etapa de crecimiento exponencial.

"Esto no es solo otro hito fintech: es el comienzo de la mayor plataforma democratizada de inversión inmobiliaria en Europa", afirmó Robin Decaux, CEO y cofundador de Equito. "Por primera vez, los inversores de a pie pueden acceder a las mismas oportunidades que antes estaban reservadas a instituciones — todo dentro de un ecosistema transparente, regulado y mobile-first".

En un evento privado que reunió a inversores y referentes del sector, Equito presentó su trayectoria exponencial: 22 millones de euros bajo gestión con una rentabilidad media mensual del 8,5%, más de 123.000 usuarios activos y más de 2 millones de euros devueltos a inversores a través de su sistema de liquidez.

De cara al futuro, Equito proyecta 716 propiedades y 183 millones de euros en activos tokenizados para 2027, escalando hasta 4.600 propiedades y 1.500 millones en AUM para 2030 — una visión que su equipo directivo define como "construir el mercado inmobiliario más accesible y líquido de Europa con un modelo regulado y seguro".

Innovación regulada La integración de Equito con una ERIR (Entidad Responsable de la Inscripción y Registro) marca un precedente en el continente, asegurando que todas las emisiones cumplan con los estándares de MiFID II y la Ley del Mercado de Valores española. Este marco ofrece a los inversores seguridad, transparencia y protección regulatoria sin precedentes.