Entre los factores clave para la relocalización se encuentran un mayor control en la cadena de suministro o la aceleración del tiempo de comercialización
En los últimos tiempos, los fabricantes de la Unión Europea y Estados Unidos están acercando sus producciones más cerca de casa. Entre las principales razones se encuentran las preocupaciones sobre la cadena de suministro y el panorama internacional, marcado por los conflictos y el incremento de los aranceles.
La guerra comercial entre Estados Unidos y China tiene su origen en 2018 y provocó el interés de las empresas occidentales por trasladar la producción más cerca de casa. La pandemia avivó la llama, y la inestabilidad geopolítica en la Unión Europea, junto con una renovada preocupación política por las relaciones comerciales con China, han alimentado aún más el fuego.
De hecho, según datos de Capgemini el 72% de las empresas están considerando relocalizar o acercar su producción en los próximos 12 o 18 meses. En la Unión Europea, según los datos de EAE Business School, se han realizado 208 casos de reshoring (relocalización) y nearshoring (acercamiento) y los países europeos que han tenido un mayor número de casos han sido Reino Unido, Francia, Italia y Dinamarca.
Cabe destacar que en nuestro país esta tendencia todavía es tímida, ya que solo se han registrado, según el citado estudio, nueve casos, lo que supone un 4,8% del total de casos de la Unión Europea.
Según OnRobot, los principales factores que impulsan la relocalización de la producción son:
1. La producción nacional mejora el control de la cadena de suministro.
En los últimos años, se han producido importantes interrupciones en las cadenas de suministro globales y el 89 % de los ejecutivos considera que estas interrupciones son el principal riesgo al que se enfrenta su empresa.
2. El coste de la producción global está aumentando La primera razón para deslocalizar la producción a Asia- y en particular a China- era ahorrar en los costes de producción. Sin embargo, los costes laborales en China han aumentado hasta un 25 % en los últimos años, y el salario mínimo está previsto que aumente un 13 % anual. Esto, junto con el costoso riesgo de las interrupciones en la cadena de suministro, ha llevado a muchos fabricantes europeos y estadounidenses a considerar trasladar la producción más cerca de casa. De hecho, hasta los fabricantes chinos se están yendo fuera de su propio país.
Algunos están trasladando la producción a los países del sureste asiático como India, Malasia o Indonesia, donde la mano de obra sigue siendo relativamente barata. Otros están invirtiendo en instalaciones de producción en México y en países de Europa del Este para acercar la producción a los consumidores de Europa y Estados Unidos.
3. La localización de la producción acelera el tiempo de comercialización Producir bienes más cerca de casa implica que puedes acelerar el tiempo de comercialización. La logística será más sencilla cuando toda la cadena de valor está localizada en el mismo país o región, y no tienes que esperar.
Sin diferencias horarias, es más fácil que todos se comuniquen de forma eficiente, lo que permite una resolución de problemas más rápida y una toma de decisiones ágil.
4. Esto permite una mejor gestión de la producción Las preocupaciones medioambientales han aumentado la demanda de una producción sostenible y de productos más duraderos, de mayor calidad. Traer la producción de vuelta a los países desarrollados mejora el acceso a personal laboral cualificado y facilita trackear la calidad del producto y cumplir con los estándares legales y medioambientales.
5. Los avances tecnológicos reducen los costes de producción Una razón sencilla para la relocalización de la producción es que ahora es posible hacerlo y seguir siendo competitivo gracias a la automatización robótica en las fábricas.
Un estudio estadounidense estima que los avances tecnológicos en la automatización robótica han reducido los costes laborales en más de un 20 % en comparación con la operación manual. Y es que las aplicaciones robóticas aumentan la productividad y la consistencia en la calidad, además reduce el tiempo de producción y permite al personal dedicarse a tareas de mayor valor.
De hecho, existen plataformas como D:PLOY de OnRobot que no necesita programación, por lo que los costes de implementación se reducen a un nivel que hace que la automatización robótica sea accesible incluso para fabricantes pequeños y medianos.
"Relocalizar la producción ya no es solo una respuesta táctica, sino una apuesta estratégica. Con soluciones como D:PLOY, la automatización se vuelve rápida y accesible para todas las empresas, incluidas las pymes españolas. En sectores con escasez de mano de obra, como logística y alimentación, y con el impulso de los fondos europeos, automatizar es clave para ganar competitividad".