Desde su departamento de Psicosociología, la compañía líder en Prevención de Riesgos Laborales destaca la importancia de protocolos efectivos para evitar y abordar conductas inapropiadas en el entorno de trabajo
En un contexto como el actual, en el que la problemática del acoso laboral está a la orden del día, Quirónprevención enfatiza la necesidad de que las empresas implementen protocolos claros y efectivos para prevenir y gestionar situaciones de violencia y acoso en el ámbito laboral. Estos protocolos no solo deben establecer procedimientos para abordar denuncias, sino también promover una cultura organizacional que rechace cualquier conducta que vulnere los derechos fundamentales de los trabajadores.
El principal propósito de estos protocolos es anticiparse a posibles situaciones de acoso, dejando clara la postura de la compañía contra cualquier forma de violencia laboral. Según la consultora de Psicosociología de Quirónprevención, Ana del Castillo, el documento deberá recoger "el compromiso de la empresa a efectuar las acciones necesarias para evitar y en su caso, investigar todas aquellas conductas inapropiades".
Para ello, es esencial definir claramente las conductas prohibidas y proporcionar ejemplos que ayuden a distinguir entre conflictos interpersonales y comportamientos que puedan constituir acoso psicológico, discriminación (por razón de nacimiento, origen racial o étnico, sexo, religión, convicción u opinión, edad, discapacidad, entre otros) o acoso sexual o por razón de sexo, poniendo el foco en aquellos colectivos más vulnerables como son los menores, las mujeres o las personas LGTBI+. "Especialmente para estos casos, es necesario contar con la participación de la representación social", añade Del Castillo.
Además, Quirónprevención subraya la importancia de sensibilizar y formar a todos los empleados, especialmente a mandos y responsables, para que puedan identificar y prevenir estos riesgos de manera efectiva.
Procedimientos claros ante situaciones de acoso Cuando se detecta un posible caso de acoso laboral, el protocolo debe detallar los pasos a seguir, garantizando un proceso confidencial y respetuoso tanto para la persona denunciante como para la presunta persona acosadora. Esto incluye la designación de personal capacitado para manejar estas situaciones y la implementación de medidas cautelares que protejan a las partes involucradas durante la investigación. En una primera fase, se recomienda recurrir a mecanismos de mediación para intentar resolver el conflicto sin necesidad de un procedimiento formal. Sin embargo, si esto no es viable o hay indicios sólidos de acoso, debe iniciarse una investigación para recabar la información necesaria y aplicar medidas preventivas, correctoras o sancionadoras. Dependiendo del tamaño de la empresa, esta labor puede recaer en una Comisión Interna o en una entidad externa especializada, asegurando siempre la documentación del proceso y un seguimiento posterior.
Para que un protocolo de prevención de acoso sea efectivo, recuerdan desde Quirónprevención, debe garantizar celeridad, transparencia, confidencialidad y protección de los derechos de todas las partes implicadas. Estas garantías cobran aún más relevancia con la Ley 2/2023, que protege a quienes denuncian infracciones normativas, incluyendo el acoso laboral, frente a posibles represalias. La normativa obliga a las empresas con más de 50 empleados a contar con un canal único de denuncias, tendencia que busca facilitar el proceso y fomentar un entorno laboral seguro. Además, quienes sufran acoso pueden recurrir no solo a los mecanismos internos de la empresa, sino también a la autoridad laboral.